En todo el mundo, empresas de diversos sectores están, poco a poco, comenzando a posicionarse para descarbonizar su actividad. El gigante italiano Enel, matriz de la española Endesa, presentó un plan que prevé el abandono total de la actividad gasista para 2040.
El Plan Estratégico 2022-2024 se basa en una política de descarbonización.
La italiana Enel, matriz de la española Endesa desde 2009, presentó esta semana las principales líneas de su Plan Estratégico 2022-2024 basado en una política de descarbonización. Como muchas empresas de todo el mundo, definir estrategias para reducir las emisiones de dióxido de carbono es fundamental para la nueva planificación.
Como parte de la estrategia definida, la madre de Endesa pretende adelantarse a sus objetivos durante una década, para no tomar por sorpresa a todo el sector. Sin embargo, la planificación incluye el abandono total de la actividad de gas en 2040.
Si bien Endesa no tiene una masa significativa de clientes en Portugal, alrededor de 400 mil, esta nueva medida tendrá un impacto directo en la vecina España. De hecho, Endesa España es la segunda distribuidora de gas del país, después de Naturgia.
Endesa cerrará gas a favor de la estrategia de Enel
El documento elaborado por Enel especifica que “pretende abandonar la producción de carbón en 2027 y la producción de gas en 2040, sustituyendo su parque térmico por nuevas capacidades renovables y aprovechando la hibridación de energías renovables con soluciones de almacenamiento”. Más que eso, especifica que “toda la electricidad que venda el Grupo hasta 2040 debe provenir de fuentes renovables y, en el mismo año, el Grupo abandonará la actividad de comercialización de gas”.
Según La Información, esta decisión supondrá la movilización de 210.000 millones de euros en inversiones, hasta 2030.
La implementación del plan permite pasar de la década de los descubrimientos de las energías renovables a la década actual de la electrificación.
Dijo Francesco Starace, consejero delegado de la madre de Endesa.
La estrategia de Enel es clara: la empresa prevé reducir sus costes energéticos hasta en un 40%. Al mismo tiempo, prevé una reducción de hasta el 80% de su huella de carbono para 2030. Mientras tanto, se prepara para ser competitivo en una economía baja en carbono que podría eliminar a las empresas que no se adaptan.
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