El año 2020 puede haber parecido muy largo para algunos, la Tierra tomó ese año, (un poco) menos de tiempo en promedio para conectarse. Esto es lo que calcularon los científicos cuando su velocidad de rotación tendió a disminuir durante varias décadas.
En el último año, nuestro planeta ha girado un poco más de 365 veces sobre su eje para girar alrededor del sol y así llevar a cabo lo que se llama la revolución de la Tierra. Sin embargo, parece que realizó sus rotaciones sobre sí misma (una de estas rotaciones en su eje correspondiente a las 24 horas de uno de nuestros días en la Tierra) un poco más rápido que los otros años. En 2020, los días fueron en promedio 0,05 milisegundos más cortos.
Además, según un estudio reciente citado por el sitio web Science Post, el año 2020 registró los 28 días más rápidos de la historia. En particular, la Tierra giró alrededor de 1.0516 milisegundos más rápido de lo normal durante el día más corto de 2020, el 5 de julio.
Velocidad de rotación reducida durante varias décadas
Pero esta no es la primera variación en la velocidad de rotación que experimenta la Tierra. Los científicos determinaron, como siempre señala el Science Post, que el planeta estaba funcionando, hace más de 400 millones de años, 420 gira sobre sí mismo para dar la vuelta al sol.
Desde entonces, su velocidad de rotación se ha ralentizado y los días se han alargado con ella. Principalmente en cuestión, la eliminación de la Luna.
Aunque estos pequeños cambios no tienen un impacto directo en nosotros, son fundamentales para ajustar los relojes atómicos que miden el Tiempo Universal Coordinado (UTC). Es a partir de esta referencia que nuestros relojes se ajustan hoy.
Un “segundo intercalar negativo”
Periódicamente, los investigadores ajustan los relojes atómicos para el tiempo astronómico agregando un “segundo intercalar” a fines de junio o diciembre, pero esta vez puede ser necesario hacer lo contrario. De hecho, los científicos podrían eliminar un segundo intercalar. A esto se le llama un “segundo salto negativo”.
Al menos, esta es una opción que podría considerarse en el caso de una mayor aceleración de la velocidad de rotación de la Tierra. La decisión la tomará el Servicio Internacional de Sistemas de Referencia y Rotación de la Tierra (IERS), ubicado en París.
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