Dos activistas ambientales pegaron este sábado sus manos al marco de dos cuadros de Goya en el Museo del Prado, en Madrid (España), para denunciar la inacción de las autoridades ante el calentamiento global.
Anteayer en Roma, hoy en Madrid. Los actos de desobediencia civil se multiplican en Europa para protestar contra el calentamiento global y el uso de combustibles fósiles. Este sábado 5 de noviembre, dos activistas decidieron poner sus manos sobre los marcos de dos cuadros del pintor español Goya, expuestos en el Museo del Prado, en la capital española. Una acción considerada “injustificable” por la ministra de Cultura española.
Los dos activistas no dañaron las pinturas, pero marcaron “+1,5 °C” en la pared entre las dos pinturas, en referencia al objetivo de calentamiento establecido por la comunidad internacional. Fueron arrestados y puestos bajo custodia, dijo la policía.
En videos subidos por Rebelión de extinciónvemos a las dos jóvenes, vestidas con camisetas negras, quitándose el pegamento de la ropa y luego pegando las palmas de las manos al marco de los cuadros, antes de dirigirse a los visitantes.
Algunos de ellos regañaron, gritando “¡Fuera!”, antes de que interviniera la seguridad del famoso museo de Madrid, pidiendo a los presentes que dejaran de filmar la escena.
Actos condenados por la ministra de Cultura española
En un comunicado de prensa, Extinction Rebellion reivindicó una acción de “protesta” ante “el aumento de la temperatura global, que provocará un clima inestable con graves consecuencias en todo el planeta”.
Las políticas actuales “nos llevan a un aumento de 2,5°C, lo que significa un aumento en la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos”, denuncia este colectivo ecologista adepto a la desobediencia civil.
La acción de los dos activistas fue denunciada por el gobierno español. Este “acto de vandalismo” produce un “rechazo generalizado”: “No hay motivo que justifique atacar el patrimonio de todos”, estimó en Twitter el ministro de Cultura, Miquel Iceta.
En su comunicado, el Museo del Prado también condenó la actuación de las dos jóvenes.
Varias otras acciones de este tipo han sido llevadas a cabo en las últimas semanas por activistas climáticos, que han apuntado a edificios icónicos, pero también a obras de arte famosas en varias ciudades de Europa.
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