“España asienta oficialmente en sequía”, alerta El país en tu uno, este 10 de agosto. En pleno verano, cuando persisten temperaturas superiores a los 40°C, “el nivel de reservas de agua descendió al 39,2%, el primero desde 1995, año en que se impusieron severas restricciones al consumo humano y el colapso de la agricultura”.
Es cierto que la sequía es un fenómeno recurrente en este país mediterráneo, pero, como dice el Ministerio para la Transición Ecológica, “el cambio climático acentúa la gravedad de estos episodios”. Ya se observaron señales de sequía en febrero, y las bajas precipitaciones en mayo y junio empeoraron la situación.
El problema, añade el diario español, es que“No se vislumbra ninguna mejora”.
“Permanecerá cálido como demanda la temporada, no se esperan suficientes lluvias antes de octubre y el nivel de las represas está bajando visiblemente debido a la gran afluencia de turistas y las necesidades de riego agrícola, con una alta demanda para evitar que se pierdan las cosechas”.
Y todo eso, “sin mencionar el agua consumida por la producción hidroeléctrica”.
triste misión
El principal diario español recoge impresionantes datos del boletín semanal del ministerio sobre la situación hidrológica. Informan que las reservas caen en más de un punto porcentual cada semana.
Y la sequía no es la única catástrofe provocada por el cambio climático. En la primera página, El país muestra una foto de dos científicos explorando Mont Perdu en los Pirineos. Esto es “uno de los pocos glaciares que quedan en España”, se arrepiente, y “se está cayendo a pedazos” bajo el efecto del calor que derrite el hielo.
“Triste Misión” que la de los científicos que el diario pudo rastrear. Por qué “ya conocen el final de la historia: los glaciares que estudian están condenados a desaparecer en unos pocos años. Las únicas preguntas son cuándo y quién será el último en derretirse”.
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