España sedienta – El Correo

España sedienta – El Correo

Las pocas lluvias que han caído últimamente no cambiarán mucho. Fuentes secas, un jardín sin plantas y un recinto cerrado de caravanas, el pequeño pueblo medieval de Peralada du Alt Empurdan, situado al norte de Barcelona, ​​Cataluña, vive desde hace cinco meses al ritmo de las restricciones hídricas. Al igual que otros 22 pueblos de la región, la alerta por sequía se declaró este otoño y aún no se ha levantado.

“Esta es la primera vez que experimentamos una sequía en pleno invierno de esta magnitud. Solo han caído 3 litros de agua desde el pasado mes de septiembre”, garantiza el teniente de alcalde Miquel Brugat. Las restricciones las tomó la Agencia Catalana del Agua, que se basa en el nivel de la capa freática. Este se encuentra por debajo de los 16 metros sobre el nivel del mar, comprometiendo el abastecimiento de agua a las veredas.

situación catastrófica

Además de Cantabria y Asturias, toda la Península Ibérica (incluido Portugal) se ve afectada por la peor sequía de la historia reciente. En torno a las cuencas del Guadalquivir y Guadiana, en Andalucía y Extremadura, las imágenes muestran terrenos agrietados, evocando paisajes africanos. A lo largo de la costa mediterránea, la agricultura, especialmente en secano, se encuentra en una situación catastrófica. Muchos agricultores están postergando la siembra por miedo a perder la cosecha, como es el caso del pueblo de Peralada, donde se cultivan principalmente árboles frutales, especialmente manzanos, pero también campos de cereal.

Montse cultiva 5 hectáreas de tierra con su hermano, pero este año aún no ha empezado a sembrar: “Este año vamos a apostarlo todo al trigo, que requiere menos agua que el maíz. Además, ningún agricultor ha sembrado su maíz todavía, estamos esperando a ver si llega la lluvia. El sindicato agrario Asaja envió un mensaje lleno de preocupación al Gobierno de Pedro Sánchez, que acaba de reunirse de urgencia con los presidentes de las confederaciones hidrográficas.

España podría entrar en otro largo ciclo de sequía de tres a cinco años

En su despacho de la Universidad de Salamanca, José Martínez Fernández, catedrático de climatología y geografía física, no oculta su preocupación: “La situación es angustiante. No solo los suministros de agua están en su punto más bajo, cayendo al 37%, sino que los meteorólogos anuncian que esto no mejorará porque las precipitaciones seguirán siendo muy bajas durante las próximas semanas. Desde octubre ha llovido un 37% menos que en los diez años anteriores a la misma hora.

Según los expertos, España podría entrar en un nuevo ciclo de sequía de tres a cinco años, que se vería amplificado por el cambio climático. “La sequía no es nada nuevo en España, pero lo que sí es nuevo es que se da en invierno, lo que corre el riesgo de tener consecuencias muy graves para este verano porque no se han repuesto las napas freáticas, al igual que los embalses”, asegura el profesor José Martínez. Fernández.

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Bajo el agua de un lago artificial durante tres décadas, el pueblo de Aceredo en Galicia en el noroeste
de España y no lejos de la frontera portuguesa, resurgió debido a la extrema aridez. PIEDRA CLAVE

En el pueblo de Peralada, los vecinos se preparan para un verano árido y aprenden a vivir con menos agua. “Utilizamos las redes sociales para alertar y concienciar a la gente de que el agua es un bien público escaso. Cada habitante dispone de 250 litros de agua al día”, dice el teniente de alcalde Miquel Brugat. También se aplican reducciones al uso agrícola con una reducción del 25% y del 5% para uso industrial. “Si no llueve mucho en primavera, el verano puede ser más complicado, porque aquí también vivimos del turismo”, garantiza Miquel Brugat, que no puede garantizar la apertura de la piscina municipal este verano.

turismo y agricultura

El turismo y la agricultura son los dos sectores más propensos a sufrir sequías. Sin embargo, estos son también los sectores en el origen de la sobreexplotación de los recursos hídricos, como señala el profesor José Martínez Fernández. Y para continuar: “Además del problema “natural” de las lluvias, está la mala gestión del agua. Aquí hay un sistema de riego desproporcionado, robo constante de agua por parte de algunos agricultores, como en la plantación de fresas cerca de Huelva, en el sur, que extraen agua de pozos ilegales.

“Finalmente, el turismo con urbanismo excesivo provoca un derroche inconsciente de agua”, dice el profesor José Martínez Fernández. Y alertar de una demanda creciente mientras la capacidad de los embalses de agua sea insuficiente. “En 30 años, la temperatura media ha aumentado el doble que en 150 años. España es cada vez más africana y el Gobierno tarda en responder al cambio climático”, concluye. LIBERTAD

El desierto gana terreno

¿La desertificación gana terreno en España? “Debes saber que las tres cuartas partes de España están en una zona seca”, explica José Martínez Fernández, catedrático de geografía física y climatología de la Universidad de Salamanca. “Y consideramos que el 20% del territorio, o 90.000 km2, presentan un riesgo alto o muy alto de desertificación. La costa de Almería (Sureste, Andalucía) es una de las zonas más secas. Su clima es subdesértico. Es más africano que europeo. Se estima que, en general, para todo el país, se espera que las temperaturas aumenten en un promedio de 2,4 grados para 2050.

¿Hay pasos a seguir? El experto señala la falta de una política integral a nivel nacional. José Martínez Fernández: “Nadie se da cuenta de que el 70% de las cuencas hidrográficas del país tienen niveles de estrés altos, si no severos. Y entre ellos están los agricultores y ganaderos, que consumen el 70% de las reservas”.

La desalinización del agua de mar para recuperar los recursos hídricos es dañina. Las desaladoras han proliferado en España en los últimos 20 años: hay unas 750 y otras en construcción. “Tienen un impacto ecológico real al liberar masivamente salmuera al mar, lo que afecta a la flora marina y además liberan millones de toneladas de CO2 a la atmósfera cada año”, lamenta el científico. “Nos alientan a desperdiciar aún más agua en lugar de aprender a administrar este bien escaso, que se convertirá en un verdadero desafío en muy poco tiempo”. ANUNCIO

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