Maria Boury forma parte del 50% de mujeres que sufren menstruaciones dolorosas todos los meses (encuesta Ifop/Intimina, abril de 2021). Entonces, cuando su empleador, Goodays, una plataforma especializada en la gestión de la experiencia del cliente, instituyó la licencia menstrual, se sintió agradecida. Esta licencia de doce días al año se puede utilizar en incrementos de un máximo de dos días al mes. Se paga como vacaciones pagadas, a las que se suma. “El sistema es muy flexible y se basa en la confianza”, explica el joven de 27 años. No hay pruebas médicas que proporcionar, solo tiene que decírselo a su supervisor la misma mañana del día si lo desea. También puede tomar sólo medio día. Para mí, un día es suficiente.
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Goodays, empresa pionera en derecho social
Ya ha probado el dispositivo varias veces y es un verdadero alivio para ella. “Antes, todavía venía a la oficina, pero no era muy eficiente. Estaba cansado, tenía problemas para concentrarme. Ahora saber que tal posibilidad existe alivia mi conciencia. Ya no necesito temer este período, preguntándome si podré trabajar más o menos bien… Y ya no necesito tomarme el clásico día libre con un salario”, dice RR.HH., que espera que el sistema pronto se generalizará.En Japón, está consagrada en la ley desde 1947 y España acaba de dar el paso.
Marion Boury se enorgullece de trabajar en un cuadro pionero en la materia y garantiza: “¡Es un gran argumento para retener el talento y no una trampa!”. Incluso para los hombres (60% de la plantilla) que, en Goodays, entendieron que esta medida podía tener un impacto positivo en el clima social. La empresa (90 personas en Lille y París) también introdujo la “licencia de aborto” de cinco días. El segundo progenitor no se olvida: tiene derecho a dos días para acompañar a su cónyuge.
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