Francia, España y Portugal incluidos en la lista B

La noticia cayó como un cuchillo. Reunido el pasado domingo, el comité interministerial dedicado a la actual crisis sanitaria tomó una decisión tan inesperada como mal interpretada. A saber: agregue tres nuevos países, y no menos importante, a la lista B, en este caso Francia, España y Portugal. Este cambio es tanto más problemático porque las dos primeras naciones mencionadas albergan a la gran mayoría de la diáspora marroquí instalada en el Viejo Continente. En resumen, una verdadera espina en el costado. Porque el paso de Francia, España y Portugal de la lista A a la lista B no estará exento de consecuencias para los futuros visitantes a Marruecos, incluso si tienen carnet de vacunación. Al igual que los otros 78 países que componen la lista antes mencionada, los viajeros de estos países con destino al Reino ahora deben presentar una prueba de PCR negativa por menos de 48 horas en la fecha de ingreso al territorio nacional. Ya sea vacunado o no. Otra regla actual, además de satisfacer una prueba de PCR negativa en menos de 48 horas, los pasajeros no vacunados deben firmar una declaración en su honor para el confinamiento de 10 días, así como un bono (voucher) confirmando el pago de uno de los hoteles designados por las autoridades marroquíes para el encierro en cuestión. En cualquier caso, es dudoso que las personas que planean viajar a Marruecos salten de alegría. Lejos. Asimismo, aquellos cuyo vuelo está programado para este inicio de semana. Obviamente, no tendrán tiempo de satisfacer la condición de prueba de PCR negativa. En las redes sociales, la noticia se recibió recientemente. Principalmente porque es difícil encontrar alguna forma de lógica allí. De hecho, desde el 15 de junio, Francia, España y Portugal estaban en la lista A. Y, de repente, bajan de categoría, con las limitaciones que ello implica. Es cierto que la variante Delta avanza a un ritmo acelerado en Europa, y supera el 51% de las infecciones en Francia, con 4.596 nuevos casos registrados el 10 de julio, pero para solicitar una prueba de PCR negativa de personas vacunadas, casi un mes después de su apertura. Las mujeres marroquíes en la frontera cuestionaron las motivaciones del comité interministerial y arrojaron algunas sombras sobre la efectividad de las vacunas. Además, en este sentido, varios laboratorios se están movilizando para luchar contra las mutaciones del virus, y para colocar un pavimento en el lago, avanzando con la hipótesis de una modificación de las vacunas. Calculan que se necesitarían 100 días para obtener una nueva vacuna si fuera necesario. Peor aún, Pfizer está empezando a inculcar lenta pero seguramente en la mente de las personas la posibilidad de una tercera dosis para no sufrir el impacto total de las nuevas mutaciones del coronavirus. Ahora, la pregunta es si esta suposición hecha por Pfizer es de naturaleza comercial o puramente sanitaria. Una dosis más son miles de millones más en manos de los laboratorios. Una cosa es segura, las autoridades sanitarias nacionales se están armando cautelosamente con restricciones más estrictas para los viajeros de países donde la variante Delta es mayoritaria. Al menos a la espera de más información sobre el impacto de la cepa india en las vacunas. Un principio de prudencia donde abundan las contradicciones, pero más vale prevenir que curar.

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