Hubble nos ofrece una última gran oportunidad antes de la víspera de Año Nuevo, después de un año aventurero de 2021.
¡Qué año para el Hubble! El más famoso de los telescopios espaciales vivió mil una aventuras en 2021, pero el abuelo sigue resistiendo a pesar de su edad canónica; termina su año con una nota alta con una excelente foto señalada por ScienceAlert.
Descubrimos NGC 3568, una galaxia cuyas volutas, como siempre, han sido bien destacadas por los equipos de la NASA. Es un representante de una categoría muy particular de galaxias espirales, llamada galaxias espirales barradas por sí mismo … Edwin Hubble en secuencia que lleva su nombre.
A diferencia de otros representantes del género, los brazos de estas galaxias no emergen directamente del centro; comienzan en los extremos de una banda de estrellas, lo que a menudo produce fotografías bastante espectaculares como las que se utilizan para producir estas imágenes.
Porque, como todas las imágenes de telescopios espaciales, el resultado final no fue capturado directamente por Hubble. Es una combinación de una gran cantidad de imágenes tomadas por diferentes instrumentos, que han sido sintetizadas y coloreadas por astrónomos.
Astrónomos aficionados en el corazón del proceso
El otro aspecto interesante que no se percibe en esta imagen es la pequeña historia que le dio origen. Nada hubiera sido posible sin la contribución de un grupo de astrónomos aficionados de Nueva Zelanda. Fue en 2014 cuando vieron un breve pero muy intenso destello de la constelación de Centauro. Intrigado, inició una pequeña investigación para descubrir el origen.
Estaban lejos de imaginar la suerte que tenían; La NASA confirmó que acababa de presenciar una explosión de supernova a 57 millones de años luz de la Tierra. Sin embargo, un fenómeno fugaz y difícil de observar, los astrónomos continúan buscando a diario para descubrir los secretos de la vida estelar. Así que la agencia le pidió al bueno de Hubble que lo examinara más de cerca. Son los datos que trajo durante este avistamiento los que hicieron posible producir esta magnífica imagen.
El año de Hubble fue rico en noticias, entre sus contribuciones aún esenciales, tu colapsos repetidos y el reciente despegue de su nuevo compañero, el Telescopio espacial James Webb. Este último también podrá llevar este tipo de observación aún más lejos; como observará en el infrarrojo, podrá ver a través de nubes de gas y polvo para observar el nacimiento de estrellas directamente en su vivero.
Hermosas promesas que no dejarán obsoleto al Hubble por todo esto. En cualquier caso, esta es una buena conclusión para la NASA, cuya resolución para 2022 será, sin duda, extender esta fantástica aventura que lleva más de tres décadas al completo. Con estos dos instrumentos complementarios ahora en órbita, el 2022 seguramente será una gran cosecha para los entusiastas de la astronomía.
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