Los latinos estaban decepcionados con Barack Obama. Esta vez, esperan que Joe Biden apruebe la reforma migratoria que han estado esperando durante casi quince años. A las pocas horas de asumir el cargo, el nuevo presidente envió al Congreso un proyecto de ley que lo satisfizo. Proporciona la regularización por etapas de los 11 millones de migrantes indocumentados que se estima que viven en los Estados Unidos y proporciona algunos de los trabajos esenciales para la economía en tiempos de pandemia, sin beneficiarse de un seguro médico.
El Congreso tendrá que votar sobre lo que promete ser la reforma más ambiciosa desde que Ronald Reagan otorgó estatus legal a unos 3 millones de inmigrantes indocumentados en 1986. Algunos republicanos ya están usando la palabra.“Amnistía”, vocabulario que descarriló los esfuerzos de reforma de George W. Bush y Barack Obama en 2013.
El proyecto también da una nueva esperanza a los “Dreamers”, jóvenes que llegaron a Estados Unidos antes de los 16 años. Donald Trump había revocado el decreto de Barack Obama para permitirles permanecer en Estados Unidos, sin pronunciar realmente su expulsión a países que apenas conocen. La Corte Suprema bloqueó esta medida en junio de 2020. Joe Biden firmó una orden ejecutiva que restaura su estatus durante cuatro años, mientras que el Congreso aprueba una legislación que les permitiría obtener la ciudadanía estadounidense. Del mismo modo, los beneficiarios de permisos de residencia temporal, haitianos o centroamericanos que se alojen por motivos humanitarios, deben tener sus permisos de residencia cancelados por el presidente republicano, pendiente de su estatus final.
Desalojos suspendidos
El proyecto de ley (“Ley de ciudadanía estadounidense de 2021”) otorgaría a los inmigrantes indocumentados presentes en los Estados Unidos 1es Enero de 2021 un estatus legal temporal que les permite solicitar una “tarjeta verde” (permiso de residencia) dentro de los cinco años, siempre que cumplan con ciertos criterios. Tres años después, serían elegibles para la ciudadanía estadounidense. Los trabajadores agrícolas y los empacadores de carne, las primeras víctimas de la pandemia, especialmente en los campos de carne del Medio Oeste y de California, deberían ser una prioridad regulatoria: podría ser parte del plan de estímulo que Biden planea presentar al Congreso.
La reforma no está ligada a una promesa de fortalecer la frontera, como la táctica adoptada en 2012 por Barack Obama con la esperanza de apaciguar a los republicanos. Al contrario: Joe Biden confirmó su intención de evitar la construcción del muro nombrado por Donald Trump como uno de los aciertos de su mandato. En un pregón, el nuevo funcionario electo canceló este miércoles la declaración del estado de emergencia nacional en la frontera mexicana, que había permitido a su antecesor financiar las obras del muro con fondos asignados al Pentágono.
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