La ciencia es unánime: la música es buena para la salud

La ciencia es unánime: la música es buena para la salud

(ETX Daily Up) – ¿Sabías que? La música no solo ablanda el ánimo, también es un poderoso aliado para nuestra salud. Escuchar y practicar el cuarto arte no solo mejora nuestro bienestar mental, sino también nuestra plasticidad cerebral y nuestras capacidades cognitivas. Descifrado.

Nadie (o casi) es insensible al poder de la música. Si las preferencias varían, el cuarto arte nos toca profundamente en el corazón… y en el cerebro. Esta es la razón por la que la comunidad médica aboga cada vez más por escuchar y practicar música. Y eso desde temprana edad. Los estudios han demostrado que la música actúa como un neuroestimulante en los bebés, especialmente en los bebés prematuros.

Investigadores suizos en el Hospital Universitario de Ginebra descubierto que la música favorece el desarrollo de funciones sensoriales y cognitivas en estos recién nacidos. Para llegar a esa conclusión, los científicos encargaron al compositor Andreas Vollenweider que creara tres melodías para acompañar a los bebés mientras se despiertan, se despiertan y se duermen. Descubrieron que las redes neuronales de los bebés expuestos a estas canciones se desarrollaron de manera más eficiente que las de otros bebés prematuros.

Ya no es necesario demostrar el impacto de la música en las funciones cognitivas y ejecutivas de nuestro cerebro, especialmente en niños. Hallazgos recientes muestran que el cuarto arte modifica los procesos bioquímicos del cerebro aumentando la plasticidad cerebral. Esto explicaría por qué tiene efectos beneficiosos sobre el desarrollo intelectual de los niños pequeños.

O funciona por Christina Zhao y Patricia Kuhl, dos investigadoras del Instituto para el Aprendizaje y las Ciencias del Cerebro de la Universidad de Washington, ya lo confirmaron en 2016. Descubrieron, con el apoyo de la neuroimagen médica, que escuchar música influye en el desarrollo de las habilidades de aprendizaje del habla en los bebés. “Sabemos que los bebés aprenden rápidamente de una amplia gama de experiencias y creemos que la música puede ser una experiencia importante que puede influir en el desarrollo del cerebro”, explicó Christina Zhao en ese momento. Noticias CBS.

Tocar música, «una completa solicitud de cerebro»

Este efecto beneficioso sobre la plasticidad cerebral se extiende a lo largo de la infancia y la edad adulta. Así, la práctica de un instrumento permitiría desarrollar más rápidamente tu cociente intelectual (CI). Un equipo de investigadores, dirigido por expertos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, estudió las funciones cognitivas de 153 músicos y no músicos. Observó una diferencia significativa en la estructura cerebral de los músicos que comenzaron a tocar un instrumento tan pronto como la edad más joven, ya sea piano, clarinete, trompeta o violín. Estos últimos tienen conexiones cerebrales más fuertes que aquellos que comenzaron tarde la formación musical.

Para Anita Collins, investigadora especializada en el área de desarrollo cerebral y aprendizaje musical, tocar un instrumento equivale a “un entrenamiento completo para el cerebro”. «Escuchar música involucra al cerebro en todo tipo de actividades interesantes, pero tocar música involucra al cerebro por completo», explicó en una conferencia Ted Talk en 2014. «Tocar un instrumento involucra casi todas las áreas del cerebro a la vez, especialmente la corteza visual, la corteza auditiva y la corteza motora. Y como con todo entrenamiento, la práctica metódica y estructurada fortalece estas funciones cerebrales, permitiéndonos aplicar esa fuerza a otras actividades».

Una cosa es segura, cuanto más practicas un instrumento, más te beneficias de estos efectos. Pero escuchar música también puede tener muchos beneficios. Primero en la regulación del estado de ánimo. La neurociencia cognitiva afirma que la música proporciona una sensación de placer al activar nuestro circuito de recompensa. Este sistema, puesto en marcha por la selección natural para regular nuestros deseos y emociones, aumenta la liberación de dopamina, la famosa «hormona de la felicidad». Tanto es así que la música comenzó a utilizarse como herramienta terapéutica en los establecimientos de salud.

La persistencia de la memoria musical

La musicoterapia también ha sido probada tratamiento del estrés y manejo del dolor. Los talleres de música están proliferando para ayudar a las personas con enfermedad de Parkinson, epilepsia e incluso migraña. Un equipo de investigadores franceses, alemanes y estadounidenses realizó el experimento con una veintena de pacientes con migraña. Se les ofreció escuchar 20 minutos de música dos veces al día durante tres meses. Resultado: sus ataques de migraña se espacian drásticamente. La mitad de los participantes el estudio incluso dijo que habían sido cortados por la mitad.

Las virtudes terapéuticas de la música no se quedan ahí. Muchos trabajos indican que el cuarto arte estimula casi todas las formas de memoria, incluso en las personas de edad. Hervé Platel, profesor de neuropsicología en la Universidad de Caen, es uno de los primeros investigadores, en la década de 1990, en observar la persistencia de la memoria musical. Descubrió que los pacientes con enfermedad de Alzheimer pueden aprender nuevas canciones en unas pocas semanas, cuando pensábamos que sus habilidades de memoria se habían perdido. Y eso, incluso en una etapa avanzada de la enfermedad.

Pero, ¿podemos, por todo esto, decir que la música preserva el envejecimiento cerebral? Los investigadores siguen siendo cautelosos al respecto. Sin embargo, son unánimes en un punto: escuchar música, cantar o tocar un instrumento tiene múltiples beneficios en el funcionamiento cognitivo general del cerebro, en todas las edades. Razón de más para disfrutar de la Fête de la Musique el 21 de junio.

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