El profesor de Física de la Universidad de Pisa (Italia), Guido Tonelli participó en la aventura del descubrimiento del llamado bosón de Higgs, en el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN). De hecho, fue el portavoz del experimento Compact Muon Solenoid (CMS), uno de los dos experimentos instalados junto al acelerador de partículas LHC, que descubrió, en 2012, la última partícula que faltaba en la placa de caza.
En el interior Génesis (Dunod, 256 páginas, 19,90 euros), el investigador italiano cuenta en siete etapas cómo la vida surgió del vacío inicial al ser humano, pasando por la materia, la luz, las estrellas, las galaxias… En esta magnífica historia, Guido Tonelli utiliza imágenes y metáforas tomadas del mundo del arte, la mitología o la religión.
¿Por qué quiso escribir una historia de los orígenes, tal como la entiende la ciencia contemporánea?
Hablo mucho con religiosos, y me di cuenta a través del contacto con ellos, pero también a través del estudio de la historia, la importancia de tener relatos de orígenes. Este conocimiento de la secuencia de cada eslabón es esencial para la humanidad. Nos hace más fuertes. Y la ciencia proporciona el relato más completo y detallado para explicar la aparición de la materia, las estrellas, los planetas, la vida…
El Universo sigue reglas que la ciencia ha ido descubriendo poco a poco. Pero cuidado, los científicos no deberían ser arrogantes acerca de la religión. La fe y la razón son dos cosas diferentes. Ambos traen historias importantes a los hombres, tranquilizándolos.
¿Cómo podemos estar seguros de descubrir, al leerte, chorros de partículas destructivas, explosiones de estrellas, agujeros negros que se lo tragan todo, una gigantesca expansión del espacio…?
Sí, es cierto, algunas partes del Universo son terribles, caóticas, nada tranquilizadoras. Pero donde estamos, es bastante tranquilo: el agujero negro en el corazón de nuestra galaxia está muy lejos y no es muy activo. Me reconforta ser consciente de que todo esto es posible. Disfruto más de la vida porque tengo todo este conocimiento. Pero todavía no hemos discutido lo suficiente las consecuencias morales y filosóficas de las nuevas concepciones provocadas por la ciencia moderna.
Qué quieres decir ?
en el XVIIy En el siglo XX, los descubrimientos de Galileo y Newton, así como el método experimental, fueron una revolución, influyendo así en toda nuestra cultura: somos, en cierto modo, productos de estas rupturas. Luego, la relatividad general y la mecánica cuántica constituyeron otra vuelta de tuerca. No solo permiten un avance técnico increíble, sino que ofrecen un cambio de punto de vista, nuevas visiones del mundo. Puedes ver conexiones en artistas e intelectuales como Freud, Pirandello, Schönberg, Kokoschka.
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