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La corriente regresa paulatinamente a La Habana, la capital de Cuba, tras el paso del huracán Ian a principios de esta semana. El 94% de los hogares vuelve a tener electricidad, según la empresa de servicios públicos. Hace dos días los cubanos se manifestaron para protestar contra el lento retorno a la normalidad.
Concierto de ollas, calles bloqueadas con contenedores de basura, en varios barrios de La Habana, para protestar contra la ausencia de luz y los cortes de datos móviles por la noche. En general, la policía lo dejó pasar. El diario oficial del Partido Comunista de Cuba insiste en la necesidad de ser “ unidos para poder subir “.
El martes, cuando el huracán Ian azotó el oeste de Cuba, todo el país quedó a oscuras. Según la empresa pública de electricidad, dos líneas de alta tensión quedaron paralizadas por cables arrancados por el viento, lo que provocó una falla total del sistema. Desde entonces, las autoridades han estado tratando de reparar esta red obsoleta y mal mantenida, con la ayuda de México, que proporcionó cables y equipos.
Si hoy la mayoría de los capitalinos tienen energía, no lo es en el occidente, en las provincias de Pinar del Río y Artemisa. Solo el 3% de los usuarios tienen electricidad. Sin electricidad es imposible abastecer las bombas de agua, ni guardar las reservas de alimentos en los congeladores, mientras los cubanos estamos acostumbrados a almacenar en un contexto de escasez de alimentos.
Volver a la normalidad llevará mucho tiempo. El huracán también arrasó con uno de los pilares de la economía nacional: las plantaciones de tabaco.
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