Un estudio llevado a cabo recientemente ha revelado que aumentar el número de pasos dados al día puede mejorar la salud de las personas que padecen insuficiencia cardíaca y reducir sus síntomas y limitaciones físicas. Los médicos han tenido dificultades para interpretar los datos obtenidos de los dispositivos portátiles de los pacientes debido a la falta de datos normativos en diferentes poblaciones. Para resolver este problema, el estudio utilizó monitores de actividad en más de 400 pacientes con el objetivo de evaluar la relación entre el número de pasos diarios, los pisos subidos y los síntomas y limitaciones físicas. Los resultados mostraron que un recuento inicial de pasos entre 1.000 y 5.000 se asociaba a una mejora significativa de los síntomas y a una menor cantidad de limitaciones físicas. Por otro lado, las personas que caminaban 2.000 pasos al día tenían puntuaciones más altas en síntomas totales y limitaciones físicas en comparación con aquellas que caminaban 1.000 pasos al día. Además, se descubrió que aumentar el número de pasos en 2.000 al día durante las 12 semanas del estudio resultó en un incremento clínicamente importante de las puntuaciones de limitación física. Por otro lado, los descensos en el número de pasos no tuvieron relación alguna con los resultados. Los investigadores destacaron la importancia de comprender la relevancia clínica de los datos obtenidos de los dispositivos portátiles de consumo. La comunidad clínica e investigadora necesitan saber cómo interpretar los datos compartidos por los pacientes en relación con su estado de salud. En resumen, los resultados de este estudio sugieren que el aumento de la actividad física se relaciona con una mejora en la salud, mientras que las reducciones en la actividad no deben ser motivo de preocupación.
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