El hijo de Rodolfo Sancho, Daniel, ha admitido haber asesinado y desmembrado a Edwin Arrieta hace más de un mes, según informaron las autoridades. El sospechoso enfrenta un crimen premeditado, pues las autoridades aseguran contar con suficiente información para llegar a esta conclusión.
En Tailandia, donde se cometió el crimen, las penas por este tipo de delitos pueden ir desde 15 a 20 años de prisión y cadena perpetua hasta la pena de muerte. Frente a esta situación, el policía a cargo de la investigación ha aconsejado al joven chef que confiese, si no quiere enfrentar la posibilidad de ser condenado a muerte.
Según el agente encargado, existen pruebas de ADN, confesiones e imágenes que evidencian la premeditación de este asesinato. Las autoridades consideran que la investigación está resuelta, ya que cuentan con la mitad del cuerpo de la víctima y todas las pruebas necesarias. Por lo tanto, no continuarán buscando más evidencias.
A pesar de ser un personaje público, el acusado no recibirá privilegios y permanecerá en prisión hasta que se dicte la sentencia correspondiente. Las autoridades han dejado claro que no habrá favoritismos en este caso y que la justicia seguirá su curso.
Este caso ha generado gran conmoción en la sociedad tailandesa, debido a la brutalidad del crimen y la notoriedad del acusado. La familia de la víctima y la comunidad exigen justicia y que se haga todo lo posible por esclarecer los hechos y castigar al responsable.
Bateo Libre seguirá informando sobre el desarrollo de este caso y las novedades que surjan en relación a este asesinato premeditado que ha conmocionado a Tailandia.
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