Si Annemiek van Vleuten ganó la tercera Vuelta a España consecutiva, se quedó nueve segundos por delante de su compatriota Demi Vollering que no paraba de hablar.
Y por una buena razón, en la sexta etapa, van Vleuten se hizo con el maillot rojo de líder al cargar mientras Demi Vollering se había detenido para atender una necesidad natural. Un comportamiento que no se suele hacer en el pelotón.
“Teníamos un plan muy claro esta mañana. Sabíamos que era una zona desprotegida con un gran puente y un fuerte viento cruzado. Fue un muy buen momento, incluso si apesta para algunas chicas arrestadas por orinar. También es parte de la carrera”, justificó el director deportivo de Movistar, Sebastián Unzué, en declaraciones recogidas por noticias de ciclismo cuando se le preguntó si esta “estrategia” había sido planeada de antemano.
“Yo diría lo mismo… pero es demasiada coincidencia. Hicieron todo para sacarme de la camiseta roja. Es un deporte de primer nivel. No espero regalos, pero si quieres hacerlo así… Lástima. Estoy realmente asqueada”, hizo una mueca con lágrimas en los ojos Demi Vollering, ganadora de la última etapa, pero finalmente 2ª de la general. Con lógica amargura.
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