Lisa, degradada a tormenta tropical, se dirigía a México el jueves después de golpear a Belice el día anterior, donde causó inundaciones y daños a la propiedad.
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Tanto México como Belice levantaron sus alertas meteorológicas luego de que el ex huracán se debilitara y se dirigiera hacia el oeste a una velocidad de 16 km/h, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC).
Las velocidades máximas del viento han bajado a 75 km/h, pero los meteorólogos han advertido que la costa turística de Centroamérica y la península de Yucatán deben seguir monitoreándolas.
Se espera que la tormenta se debilite aún más para convertirse en una depresión tropical al final del día antes de disiparse sobre México.
Se espera que Lisa traiga fuertes lluvias durante el día en el norte de Guatemala y el sureste de México, antes de debilitarse gradualmente a medida que avanza hacia el interior.
El NHC predijo que Lisa podría traer hasta 250 milímetros de lluvia a partes de Belice, el norte de Guatemala y el sur de México.
En Guatemala, fuertes lluvias provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra en el norteño departamento de Petén, en la frontera con Belice.
Unas 143 personas fueron evacuadas y 48 permanecieron en un albergue, dijo en conferencia de prensa Oscar Cossío, secretario de la Coordinación Nacional para la Prevención de Desastres (CONRED). Guatemala también suspendió las clases en las escuelas del norte del país.
Lisa había ingresado a tierra firme a las 21:20 GMT del miércoles, cerca de la desembocadura del río Sibún, a unos 15 km al suroeste de la ciudad de Belice, donde la AFP observó fuertes lluvias y vientos que alcanzaron los 140 km/h, según el NHC, con calles inundadas y árboles volcados.
“Es muy peligroso para nosotros” porque en Belice “se inunda rápido, incluso con lluvia moderada”, dijo a la AFP Jasmin Ayuso, una secretaria de 21 años.
Además de emitir una alerta roja por Lisa en toda la costa, el gobierno de Belice (405.000 habitantes) había declarado estado de emergencia en dos distritos, con toque de queda hasta la madrugada del jueves, cerrando escuelas y abriendo albergues.
La mayoría de los negocios también permanecieron cerrados y algunas áreas quedaron sin electricidad. Los medios locales mostraron daños en la ciudad de Belice, la antigua capital del país ubicada en la costa norte, y otras ciudades cercanas.
En Honduras, debido a que Lisa se convirtió en tormenta tropical el martes, las autoridades establecieron una alerta para islas y una región del norte, que finalmente fue suspendida.
El Salvador, que debería estar relativamente a salvo, sin embargo, ha puesto en alerta a más de una veintena de municipios donde se han identificado riesgos de inundaciones o deslizamientos.
Lisa llega tres semanas después de que el huracán Julia de categoría 1 arrasara la región, causando alrededor de 100 víctimas, la mitad ahogadas en Honduras y el resto sepultadas por deslizamientos de tierra en Guatemala y El Salvador.
Según el NHC, es la duodécima tormenta con nombre de esta temporada: la temporada de huracanes se extiende de junio a noviembre en el Atlántico. Para obtener un nombre, una tormenta debe proporcionar vientos de al menos 63 km/h. La temporada del año pasado vio 21 tormentas nombradas.
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