Los columpios de Ronald Rael en la frontera entre Estados Unidos y México ganan el premio Beazley Design Award

Imaginado por dos profesores universitarios, estos balancines permiten que los niños de ambos países jueguen juntos a ambos lados del muro deseado por George W. Bush y Donald Trump.

Un toque de rosa a lo largo de la Gran Muralla de Estados Unidos-México, una creación firmada por un par de maestros californianos. O Teeter Totter Wall o «swing wall» consiste en columpios, instalados en el verano de 2019 en la región de Anapra, cerca de la ciudad mexicana de Ciudad Juárez y la ciudad estadounidense de El Paso, Nuevo México. ¿El objetivo? Haga que los niños estadounidenses y mexicanos jueguen juntos en ambos lados de la frontera.

En el origen de este descubrimiento estuvieron Ronald Rael, profesor de arquitectura en Berkeley, Universidad de California, y su esposa, Virginia San Fratello, profesora asociada de diseño en la Universidad Estatal de San José. Galardonado, entre otros setenta concursantes, el Premio de Diseño Beazley del Design Museum de Londres, la pareja afirmó que guardián queriendo lidiar con el tema de las fronteras «De una forma muy franca pero con un toque de humor». La idea surgió en 2009, cuando la administración Bush inició la construcción de la imponente partición en 2006. Rael también recuerda que «Ya se han construido dos tercios del muro» cuando Trump llegó en 2016.

Estos columpios rosas también rinden homenaje a las mujeres mexicanas asesinadas en la ciudad de Ciudad Juárez. “Cada vez es más claro que ante los recientes acontecimientos en nuestro país, ya no debemos construir muros, sino puentes”.dice Virginia San Fratello, su esposo afirma que «Los muros no impiden que la gente entre a nuestro Capitolio, ni que el virus se mueva».

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