Venecia, Jacarta, Shanghái o Londres: el hundimiento de la tierra afecta a una quinta parte de la población mundial, según un estudio reciente de Ciencias. En la Ciudad de México, la capital de México, la situación es particularmente crítica. Cada año, la ciudad se hunde una media de 50 centímetros, y este colapso es irreversible, advierten los autores de un estudio publicado en Revista de investigación geofísica. Según sus cálculos, que se basan en 115 años de mediciones del suelo y 24 años de mediciones espaciales, el suelo continuará compactando continuamente durante al menos 150 años, lo que dará como resultado un hundimiento adicional de hasta 30 metros.
Más de 1.500 pozos bombeando hasta 3.000 metros de profundidad
A diferencia de muchas ciudades que están experimentando un hundimiento, la Ciudad de México no está ubicada en la costa, sino a 2.200 metros sobre el nivel del mar, en el lecho del antiguo lago Texcoco, donde una vez estuvo la ciudad azteca de Tenochtitlán. En la década de 1520, después de la conquista española del Imperio azteca, los esfuerzos por controlar las inundaciones llevaron al drenaje gradual del lago a través de canales y diques. En 1900, el Valle de México fue completamente drenado artificialmente a través de un canal de 40 kilómetros de largo al noreste de la cuenca y un túnel a través de las montañas.
Hoy, el 70% del agua potable de la ciudad proviene de la extracción subterránea de pozos ubicados en toda la cuenca, hasta 3.000 metros de profundidad. ¡El área urbana de la Ciudad de México, por lo tanto, tiene nada menos que 1,500 pozos! Resultado, en los últimos 70 años, 65 a 70 km3 se bombeó el agua, lo que provocó que el nivel freático cayera 107 metros.
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