Este sábado comienza 110ª edición del Tour de Francia, con salida desde Bilbao, España. 176 corredores, 21 etapas, 3.404 km, atravesando 5 montañas francesas, esta edición de la Grande Boucle es particularmente tentadora. Y ella tendrá que un cariño particular por Pierre Rolland de Orléans, quien el pasado diciembre terminó su carrera como corredor profesionall, después de un notable 13 Tours de Francia en su haber. Pierre Rolland estará en el Tour este año, él trabaja para uno de los socios del evento, la empresa Rexel (proveedor de material eléctrico). Entrevista.
Pierre Rolland, cuéntanos ¿cuál será tu papel en este Tour de Francia?
Voy a ser “piloto invitado” para la empresa Rexel: es decir, llevaré a los invitados de esta empresa, para darles experiencias en todas las etapas, en la mañana antes de la carrera, luego durante la carrera hasta el final. Esta será mi misión, y la espero con ansias.
¿Cómo es para ti ir al backstage del evento?
Primero, es un gran cambio. El Tour, solo lo conozco hasta ahora como corredor. No vengo de una familia ciclista, así que cuando descubrí el Tour fue en bicicleta; allí, estaré en la caravanaen todo lo que implica la carrera de burbujas. ¡Es genial ir detrás del escenario! Sobre todo, me permitirá ver de nuevo el fervor del evento, porque cuando eres un corredor, estás realmente concentrado en la competencia.
¿Qué te inspira del curso de este año?
Es un curso muy exigente., es lo mínimo que podemos decir ! Es muy, muy difícil, los pilotos lo entenderán muy rápido, desde el principio en Bilbao. Después todo quedará ligado a los Pirineos, al Macizo Central… Atentamente, promete una carrera muy animadaaunque en general, solo vemos dos favoritos emergentes en este momento: Jonas Vingegaard Y Tadej Pogacar – aunque hay dudas sobre Pogacar, tras su fractura de muñeca. Pero promete grandes batallas, incluso para aquellos que solo quieren victorias de etapa.
Precisamente, ¿hay alguna etapa que te hubiera atraído especialmente como corredor?
De hecho, ¡hay muchos! Los corredores pasarán por todos los macizos franceses, sigue siendo bastante excepcional. Pero inevitablemente, Me gustaría especialmente dirigir el escenario Puy de Dôme (9 de julio), porque es mítico, porque hace 35 años que el Tour no pasaba por allí, porque la carretera del Puy de Dôme suele estar cerrada a los ciclistas el resto del año. El perfil de este paso no me vendría muy bien, ¡pero me encantaría hacerlo de todos modos!
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