“Deberíamos vivir en un país libre, en un estado donde legalmente podamos fumar marihuana, pero donde el aborto siga siendo un tabú”.lamenta a la AFP la joven de 31 años, pocos días antes de que la Corte Suprema de Estados Unidos invalidara el viernes el derecho al aborto.
El icónico juicio “Roe v. Wade”, que desde 1973 había garantizado el derecho al aborto de las mujeres estadounidenses, fue anulado y la mayoría de los jueces ahora lo consideran “totalmente infundado”. Los gobernadores de California, Oregón y Washington ya han anunciado una iniciativa conjunta para garantizar el acceso al aborto.
Pero incluso antes de esa decisión, era “complicado (abortar) si no tienes el dinero”dice la madre soltera de tres hijos que trabaja en un restaurante en San Diego.
“Decidido” y “Desesperado”
Hace unos meses, había visitado dos clínicas, una privada y otra a cargo de una congregación religiosa. El aborto fue facturado por $1,000, una cantidad que ella no tiene.
las monjas “No querían que abortara, me dijeron que había otras opciones, que lo podía dar en adopción. Pero yo estaba decidida, desesperada, no podía tener otro hijoagrega, explicando que quedó embarazada por un problema con las pastillas anticonceptivas.
Un amigo le habló entonces de “Bloodys”, una ONG mexicana activa en Tijuana (noroeste), que forma parte de una red transfronteriza que ofrece asistencia gratuita en Estados Unidos a mujeres en su situación.
“Me sorprendió que me ayudaran desde México, pensé que la gente era más liberal aquí (en Estados Unidos), que yo no tendría que pelear. Pero no les tomó más tiempo. ‘Un día para contar, aquí está tu solución’ella dice.
Ella recibió en el correo qué hacer para realizar su aborto médico en casa. La OMS no contraindica la ausencia de supervisión directa por parte del personal de salud para embarazos de menos de 12 semanas.
La ONG también ofrece “un guión” por mensajería instantánea. “Respondieron todas mis preguntas muy rápido. Siempre fueron muy solidarios”ella dice.
Crystal Pérez Lira, integrante de Bloodys, explica que desde 2019 la ONG envía kits de medicamentos a estados conservadores como Oklahoma, Texas y Georgia. Ella espera nuevas demandas desde la decisión del STF.
“Es un revés grande, es triste, pero tendremos la voluntad y los medios para afrontarlo”garantiza el activista.
“Triste y repugnante”
El estatus migratorio es otro obstáculo que impulsa a muchas mujeres a buscar ayuda en México.
“Se nos acercan mujeres latinoamericanas que pueden no sentirse del todo cómodas yendo a una clínica a pesar de ser indocumentadas. No nos entrometemos en sus vidas privadas, no miramos su estatus migratorio o su nacionalidad”.explica Crystal Pérez Lira.
En la Ciudad de México, la primera jurisdicción latinoamericana en despenalizar el aborto hasta las 12 semanas en 2007 y ofrecer atención gratuita sin importar el lugar de residencia, los funcionarios dicen que están listos para apoyar a las mujeres en todo Estados Unidos.
“Es muy triste e indignante ver que los derechos de las mujeres están en declive en los países donde se respetaron. Seguiremos dando nuestro apoyo, tenemos la capacidad de gestionar 25.000 abortos al año, ya estamos a mitad de camino”Oliva López Arellano, secretaria de Salud de la Ciudad de México, dijo a la AFP.
La capital mexicana ya estaba ayudando a mujeres extranjeras, pues de los 247 mil abortos practicados en 15 años, el 10% se realizó a migrantes en tránsito hacia Estados Unidos, en su mayoría mujeres centroamericanas, dijo.
Ocho de los 32 estados de México finalmente despenalizaron el aborto, pero en septiembre de 2021 la Corte Suprema declaró inconstitucionales varias leyes estatales mexicanas que prohíben el aborto, permitiéndolo efectivamente en todo el país.
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