Este año ha habido tantas tormentas tropicales en el atlántico de que Naciones Unidas, quien los bautiza, se está quedando sin nombres para segunda vez en la historia.
Desde 1953, las tormentas tropicales del Atlántico se denominan listas producidas por el Centro de Huracanes de Estados Unidos y luego por un comité internacional de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Inicialmente, las listas incluían solo los nombres de las mujeres. En 1979, se introdujeron nombres masculinos y ahora se alternan con nombres femeninos. Se utilizan seis listas de 21 nombres, uno tras otro.
“Sería confuso tener más de un ciclón tropical en el mismo año con la letra T”, dijo a la AFP una portavoz de la OMM.
La temporada de tormentas tropicales del Atlántico de este año, que finaliza el 30 de noviembre, fue tan activa que la ONU pronto se quedará sin nombres y tendrá que recurrir a las letras del alfabeto griego: Alfa, Beta, Gamma, Delta, etc. sucesivamente.
Como explica la OMM, el Centro Nacional de Huracanes de EE. UU. Advirtió el lunes de al menos otros cinco huracanes previstos en el Atlántico, un récord desde 1971, llamados “Paulette”, “René”, “Sally”, “Teddy” y “Vicky”, última en la lista.
Según OMM, se ha formado una zona de baja presión cerca de Cabo Verde y hay un 50% de probabilidad de que se forme un ciclón en las próximas 48 horas.
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Los ciclones comenzaron a ser nombrados hace años para facilitar su identificación en mensajes de advertencia.
Los expertos pensaban que los nombres eran mucho más fáciles de recordar que los métodos antiguos y complicados de identificar latitudes y longitudes.
Al principio, las tormentas se nombraban arbitrariamente. Sus nombres obedecen ahora a una serie de reglas: deben ser fácilmente reconocibles y reflejar un equilibrio entre nombres franceses, españoles, holandeses e ingleses debido a la cobertura geográfica de tormentas en el Atlántico y el Caribe.
Si un ciclón es particularmente mortal o devastador, su nombre será eliminado de la lista y reemplazado por otro.
Fue el caso de tormentas infames como “Mangkhut” (Filipinas, 2018), “Irma” y “María” (Caribe, 2017), “Katrina” (Estados Unidos, 2005) y “Mitch” (Honduras, 1998).
Una temporada de huracanes extraordinariamente agitada, así como la temporada de incendios forestales catastróficos en la costa oeste, llamaron la atención sobre el papel del cambio climático.
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lsm
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