Una gran sonrisa, su chaqueta llena de alfileres de todo el mundo y ya algunas palabras en francés. Regina Rocha Gozman, una joven de 17 años de México, viene a vivir a Concarneau durante un año escolar como parte de un Intercambio de Jóvenes del Club Rotario.
Alrededor de 9.000 estudiantes de secundaria se mudan a un país diferente cada año. La matrícula y los gastos de alimentación corren a cargo de la asociación. Los padres de los niños afortunados -seleccionados en el expediente- se comprometen, a cambio, a acoger a un joven durante tres meses en el mismo año.
Venir a Francia por el arte
En Concarneau, Marie Sicallac es la primera en recibir a Regina y la besa cariñosamente. Esta es la tercera vez que la familia Sicallac recibe a un joven en intercambio. “Es una gran experiencia para las familias. Todavía estamos en contacto con los dos jóvenes que recibimos antes”, dice el dueño del restaurante La Coquille.
Regina también está encantada de saber que su primera familia anfitriona tiene un restaurante: “Me encanta cocinar”, dice. Pero su pasión, que la llevó a elegir Francia como país de residencia, es el arte. “Sé que tendré grandes oportunidades para aprender más aquí”.
La joven residente en la Ciudad de México, hija de un fotógrafo y un abogado, también está encantada de vivir cerca del mar durante los próximos meses. No verá a su familia en todo el año. “Los extrañaré, pero quiero vivir la experiencia hasta el final y sumergirme en este nuevo mundo tan diferente”.
Cassandre, un Concarnoise en Taiwán
Para el año escolar, Regina está inscrita en la primera clase de la escuela secundaria Saint-Joseph. En el último trimestre será recibida por la familia Auger, la mayor, Cassandre, de 17 años, acaba de volar a Taiwán. “Ella ha querido mudarse por un tiempo”, dice su padre, Stéphane.
“Estamos muy contentos de recibir a Regina y la enorme experiencia que tendrá Cassandre. Volverá cambiada, con la mente abierta, una nueva cultura y un nuevo idioma”, dijo emocionada su madre, Ophélie. ¿Y si la aventura se repite? Hermance, la menor de Cassandre, también tiene ojos que se iluminan cuando le hablas de Asia.
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