El espectáculo de RuPaul destinado a coronar a la mejor drag queen llega a Francia. Entre importación y color local, un gran espectáculo que lo hace bien.
Después de años de espera y meses de rumores, Francia finalmente da la bienvenida a su versión del programa estadounidense. Carrera de carreras de resistencia de RuPaul. En el menú del concurso, destinado a coronar a la mejor drag queen, una receta muy depurada: un clásico del ADN del reality show (con pruebas, eliminaciones y énfasis en el entendimiento y las rivalidades entre los participantes), enriquecido con una buena dosis de creatividad (la selección es realizada con criterios artísticos, con concursos de moda, baile, reproducción, humor, etc.) y un soplo de extravagancia y representación LGBT+ que haría pasar a Michou por un tipo austero. “Hemos estado buscando un programa de entretenimiento innovador durante mucho tiempo, explica Alexandra Redde-Amiel, directora de la unidad de juegos, variedades y entretenimiento de France Télé. Con Carrera de resistencia Francia, tenemos un gran espectáculo, libre, creativo y bueno. »
En el origen del espectáculo, “Reina de Manhattan” RuPaul, una drag queen afroamericana conocida por sus impecables pelucas rubias, piernas interminables y una carrera histórica en el canto y la radiodifusión. ¿Su idea, lanzada en 2009 en LogoTV? Inyectar la cultura drag hasta ahora ultraminoritaria en la imaginación del público en general. ¡Banco! A lo largo de catorce temporadas, los índices de audiencia de la serie se dispararon, los candidatos se convirtieron en auténticas estrellas, llovieron los premios, se multiplicaron las adaptaciones extranjeras (Reino Unido, Países Bajos, Tailandia, España, etc.), Netflix adquirió los derechos de emisión, el negocio está en auge…
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