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Moscú no se anda con rodeos tras un bombardeo atribuido a Israel en el sur de la capital siria hace 24 horas. Entre los objetivos, el Aeropuerto Internacional de Damasco, donde se suspenden los vuelos. El tono endurecido en Moscú parece ser evidencia de un deterioro en las relaciones entre Israel y Rusia.
Con nuestro corresponsal en Jerusalén, miguel paulo
Las imágenes de satélite son muy claras: las pistas civiles y militares del aeropuerto de Damasco están fuera de servicio después de un ataque aéreo atribuido a Israel el viernes por la mañana. No hubo demanda del lado israelí, como suele ser el caso, pero los medios israelíes dicen que es un mensaje para poner fin al uso de aviones civiles para transportar equipo militar iraní destinado al Hezbolá libanés.
Un mensaje aparentemente bien recibido en Moscú que reacciona de forma más musculosa de lo habitual tras este tipo de ataques. ” Un feroz ataque contra objetivos civiles », « una provocación que pone en peligro la vida de personas inocentes », « una práctica perversa contraria al derecho internacional “. Estas son algunas de las expresiones utilizadas por serguéi lavrovel jefe de la diplomacia rusa para condenar a Israel.
Hasta ahora, las autoridades israelíes han sido muy cautelosas en su posición sobre el conflicto ucraniano, precisamente para mantener la libertad de maniobra en los cielos de Siria. El cambio de su lado ruso podría poner en peligro este acuerdo tácito entre el Kremlin e Israel.
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