Santander inició una reestructuración de su red de oficinas en España, que se ha acelerado desde la declaración del estado de alarma por la pandemia. La entidad cerró 400 oficinas, un 13% del total, mientras que otras 150 abren solo dos días a la semana. Esta operación no generó despidos, pero ayer el banco se reunió con los sindicatos e inició los trámites para un ERE que puede superar las 2 mil salidas de trabajadores. Los representantes de los empleados pidieron flexibilidad y procesos no traumáticos.
La crisis, los avances tecnológicos y la pandemia han acelerado la falta de uso de oficinas por parte de los clientes. Fuentes del Santander admiten que actualmente no hay uso de sucursales y que el banco está cambiando el modelo a oficinas más grandes, con más empleados y enfocadas en el asesoramiento de producto.
Esta situación provocó el cierre de 400 oficinas y la salida de otras 150 intermitentes, unas 550 en total, lo que representa el 18% de la red del banco en España. Fuentes sindicales señalan que se trata de cierres relacionados con el covid, la búsqueda de rentabilidad, problemas de falta de clientes y que se han duplicado algunas oficinas desde la compra de Banco Popular en junio de 2017. Por una razón u otra, alrededor Se podría sumar medio millar al cierre de otros ejercicios.
Entre septiembre de 2020 y el mismo mes de 2019, Santander despidió 742 oficinas, el 20% del total. Este año se aspira a consolidar estos cierres, pero todo ello pasa por reducir la plantilla.
Un ERE para todos los centros de trabajo
Por tanto, Santander puso en marcha ayer formalmente el inicio del proceso de Regulación Laboral (ERE) en España. Así se comunicó a los sindicatos a los que explicó que los despidos afectarán a “todos los centros de trabajo”: red comercial, servicios centrales y centro corporativo. También dijeron que incluirían la movilidad física y funcional.
El banco justificó el plan de futuro de transformación y eficiencia en las causas económicas, organizativas y productivas y sin aclarar cuál será el impacto específico en el empleo, según detallan los sindicatos al final de la reunión. Los representantes de los trabajadores esperan reunirse con usted en su próxima reunión el 6 de noviembre.
Santander expuso la necesidad de buscar eficiencia y rentabilidad y adaptarse a la reestructuración del sector, obligándose a invertir más en tecnologías y transformar estructuras. ANUNCIO. OO indicó que insistió con el banco que los ajustes que se atienden se dan “a través de medidas de flexibilidad interna y, en todo caso, mediante procesos no traumáticos que respeten” los derechos del personal que contribuyó “con sus gestiones para posicionar Santander como empresa líder ”.
UGT exigió que no sean los empleados los que asuman “el mayor costo en todos estos procesos” y censuró a la presidenta, Ana Botín, por decir que no habrá despidos mientras dure el estado de alarma.
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