Secretos de la longevidad del hormigón romano revelados por un estudio científico

Secretos de la longevidad del hormigón romano revelados por un estudio científico

Vista aérea de la plaza del Panteón de Roma en mayo de 2022. Una maravilla de la arquitectura antigua, el monumento siguió siendo durante varios siglos el edificio con la cúpula más grande del mundo. Filippo MONTEFORTE/AFP

ARQUEOLOGÍA – Los investigadores del MIT destacaron una propiedad sorprendente de los edificios romanos. Su resistencia estaría ligada al uso de cal viva.

Los monumentos romanos finalmente revelan sus misterios. Investigadores estadounidenses y europeos creen haber descubierto el secreto de la longevidad edificios antiguos de la antigua roma, desde los acueductos hasta el Panteón. ¿Cómo han resistido estas maravillas arquitectónicas la prueba del tiempo tan prodigiosamente durante casi 2000 años? Gracias a un hormigón capaz de autorrepararse, dicen ahora los expertos.

Hasta ahora, la solidez del hormigón romano se atribuía a un ingrediente: la puzolana, que corresponde a la ceniza volcánica de la la región de la Bahía de Nápoles, en Italia, que fue enviado a todo el Imperio Romano para grandes obras. Pero esta vez los investigadores centraron su atención en la presencia de otra característica: piezas diminutas, blancas y brillantes, provenientes de la cal, otro ingrediente utilizado para diseñar el hormigón.

“Desde que empecé a trabajar en hormigón romano, siempre me ha fascinado la presencia de estas piezas”dijo en un comunicado de prensa Admir Masic, coautor de un estudio publicado en la revista científica Avances en la ciencia y profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), EE.UU. «No están presentes en el concreto moderno, entonces, ¿por qué estaban en el antiguo?» preguntó el investigador.

Anteriormente, los expertos pensaban que estos pequeños grumos eran el resultado de una mala mezcla de la mezcla o de materias primas de baja calidad. Pero al examinar, con técnicas de imagen avanzadas, hormigón de un muro en la ciudad de Privernum, Italia, los investigadores descubrieron que estas pequeñas piezas blancas eran en realidad carbonato de calcio, formado a temperaturas muy altas. Llegaron a la conclusión de que la cal no se incorporaba (o no sólo) mezclándola con agua, como se pensaba anteriormente, sino en forma de cal viva.

calcio regenerativo

Según los investigadores, esto es «mezcla caliente» lo que le da a este hormigón su sorprendente solidez. De hecho, cuando aparecen grietas, el agua de lluvia que entra en contacto con el hormigón produce una solución saturada de calcio, que luego se recristaliza en carbonato de calcio, lo que permite que las grietas se llenen.

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Para verificar esta hipótesis, el equipo de científicos hizo muestras de concreto utilizando el mismo proceso, que luego deliberadamente rompieron y vertieron con agua. Resultado: Después de dos semanas, el hormigón estaba completamente reparado. Otra muestra producida sin cal viva quedó fisurada.

A medida que los edificios modernos se desmoronan implacablemente después de unas pocas décadas, los científicos del MIT esperan que su descubrimiento pueda ayudar a reducir el impacto ambiental y climático de la producción de concreto, que genera importantes emisiones de gases de efecto invernadero. Por lo tanto, los investigadores esperan comercializar este nuevo hormigón de “estilo romano”, con una composición modificada.

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