Si bien el río Mississippi ha alcanzado un nivel históricamente bajo (más de diez pies por debajo de lo normal en Memphis, Tennessee), el ejército estadounidense debe construir una presa para preservar el agua dulce. El problema es que el caudal está disminuyendo por la sequía y, al mismo tiempo, está aumentando la cantidad de agua salada proveniente del Golfo de México. El dique de 450 metros de ancho se construirá con sedimentos dragados del fondo del Mississippi y se espera que sea temporal hasta que mejoren las condiciones.
Durante la última semana, el nivel del agua ha bajado constantemente a un récord de tres décadas antes de alcanzarlo finalmente el lunes por la tarde. Las autoridades locales atribuyeron esta dramática situación a temperaturas récord seguidas de poca lluvia este verano. El fenómeno meteorológico La Niña, que exacerba la sequía en el centro y sur de Estados Unidos, también estaría en entredicho.
Este estado de cosas redujo las posibilidades de navegación y los costes asociados al transporte marítimo se dispararon. Hasta que suba el nivel del río y se recupere la economía fluvial, los transportistas y los agricultores locales tendrán que ser pacientes.
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