Solo pregúntale a Einstein: nada puede moverse más rápido que la luz. Este es un límite fundamental, ya priori indiscutible. A diferencia de la velocidad del sonido, que se puede superar, los intentos de ir más allá de la velocidad de la luz se topan con un problema: cuanto más rápido va un objeto, mayor es su energía cinética.
Sin embargo, de acuerdo con la teoría de la relatividad, la energía y la masa están vinculadas, lo que significa que el objeto en cuestión ganará masa a medida que se acelera, sí, dice la revista Discoverincluso la masa de una pelota de béisbol lanzada a toda velocidad es mayor que la de una pelota estacionaria, aunque esto es imperceptible.
Consecuencia: acercarse a la velocidad de la luz es ver que su masa se vuelve infinitamente grande, lo que requiere cada vez más energía para seguir acelerando. Un círculo vicioso que se puede resumir así: alcanzar la velocidad de la luz requiere una cantidad infinita de energía. Por lo tanto, parece inconcebible poder ir más allá: el universo se le opone.
Pero tal vez existan dispositivos para hackear el universo, explica Discover Magazine, sin contradecir la teoría de la relatividad. Probablemente deberíamos inspirarnos en los agujeros de gusano, esos objetos astrofísicos (e hipotéticos) que actúan como un atajo a través del espacio-tiempo. Sobre el papel, dado que podemos viajar allí a la velocidad que elijamos, podemos cruzar el curso a la velocidad de la luz.
varias barreras
Pero todavía hay dos grandes obstáculos. La primera es que el uso de un agujero de gusano requiere el uso de una forma de materia muy particular, ya que tierra negativa – imagina un objeto que, cuando lo lanzas en una dirección, sistemáticamente va en la otra. En nuestro universo, este tipo de materia no existe; lo que limita las posibilidades de construir un agujero de gusano (o un tensor métrico como el métrica alcubierrecon propiedades similares).
Segundo gran obstáculo: poder ir más rápido que la luz significaría que también podríamos retroceder en el tiempo. Poder hacer algo mejor que la luz equivaldría a cuestionar un cierto número de reglas universales y, en particular, poder volver a un punto anterior, cronológicamente hablando; lo que podría conducir a abundancia de paradojas temporales.
Todo esto no impedirá que la ciencia piense en formas de hacerlo mejor que la luz, todo lo contrario. Esto podría conducir al establecimiento de nuevas teorías físicas y la redacción de una nueva gramática en términos de velocidad, espacio y causalidad. Pero todo esto es, en el momento y en la realidad en que vivimos, la más pura abstracción.
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