“Terremoto de 7,4 grados azota Japón en Año Nuevo”
Un fuerte terremoto de magnitud 7,4 sacudió varias prefecturas de Japón en la jornada de Año Nuevo, dejando a su paso un rastro de destrucción y caos. Reportes indican que numerosas casas colapsaron, carreteras resultaron dañadas, negocios fueron destruidos e incendios se desataron a causa del sismo.
Las autoridades han confirmado hasta el momento cuatro muertes relacionadas directamente con los temblores, aunque se desconoce con precisión la cifra total de víctimas. Específicamente, se ha advertido de “múltiples muertes” en la prefectura de Ihsikava, donde los bomberos están trabajando arduamente para rescatar a personas atrapadas bajo los escombros.
El terremoto dejó diecinueve centros sanitarios al borde del colapso, sin electricidad, agua ni gas medicinal. Ante esta situación crítica, las autoridades han ordenado el envío urgente de ayuda a las áreas más devastadas, incluyendo provisiones de agua, alimentos, mantas, queroseno y medicamentos.
A pesar de que se han desactivado las alarmas de tsunami después de tres horas de estar vigilantes, las olas no causaron daños significativos. Sin embargo, el movimiento telúrico provocó que miles de personas se desplazaran hacia zonas elevadas por precaución.
Decenas de autopistas y carreteras resultaron dañadas por el terremoto, lo que obligó a muchos ciudadanos a abandonar sus vehículos y buscar refugio a pie. Por otro lado, se ha informado que no se reportaron daños en las centrales nucleares, aunque se registró un desbordamiento de agua en una de ellas.
Se ha recomendado a la población mantenerse en alerta ante la posibilidad de nuevas réplicas que puedan ocurrir. Las autoridades continúan evaluando los daños y brindando asistencia a los afectados, mientras la comunidad se une para ayudar a superar esta devastadora situación.