El expresidente brasileño Lula fue elegido el domingo 30 de octubre con el 59% de los votos. El candidato del Partido de los Trabajadores probablemente aprovechó los errores de la política económica y social de Jair Bolsonaro. Con la pandemia de Covid-19, millones de brasileños han vuelto a la pobreza y se cree que casi 30 millones de personas pasan hambre en el país hoy.
La economía brasileña bajo Jair Bolsonaro
A lo largo de la campaña, Bolsonaro y Lula se enfrentaron por el tema de la pobreza. Bolsonaro tiene un historial negativo en la lucha contra la desigualdad. Jaime Marques Pereira habla de su gestión de la crisis del Covid-19: “ Brasil es el país latinoamericano que más ayuda pública recibe. Bolsonaro se hizo cargo de la llamada política Bolsa Família de Lula. Sin embargo, la caída del empleo y de los salarios han sido los principales culpables del recrudecimiento, no sólo de las desigualdades, sino de la pobreza y, por tanto, del resurgimiento del hambre. El hambre como fenómeno colectivo había desaparecido. “Sin embargo, en 2020 se repartieron ayudas de emergencia a los más modestos. Cibeles Rizek aclara: “ La ayuda fue insuficiente, pero también pagó a los que realmente no la necesitaban, mientras que los demás que la necesitaban no tuvieron acceso a la ayuda de emergencia. Ha habido muchos problemas en la distribución de estas ayudas. »
Políticas económicas implementadas desde el final de la dictadura
Brasil siempre ha sido un país desigual, pero con el fin de la dictadura militar en 1985, había esperanza de una redistribución más justa. Según Cibeles Rizek: “ Si tomamos los años 80, son 10 años perdidos económicamente, pero políticamente nada. Los movimientos sociales, una parte muy importante del movimiento sindical, había realmente la esperanza de que la democracia brasileña pudiera corregir un poco las desigualdades para hacer una distribución más justa de los salarios y de las condiciones de vida. Sin embargo, en la década de 1980, Estados Unidos implementó medidas monetaristas, en particular la Reserva Federal, que tuvieron el efecto de hundir al país en una recesión económica. A finales de la década se pusieron en marcha políticas económicas neoliberales. Jaime Marques Pereira recuerda esta década: “ Es una línea de ruptura. La famosa subida de tipos de interés de 1982 provocó la crisis de la deuda externa con la primera manifestación con el default de México, luego el default de Brasil en 1985-1986, pero a partir de 1981 ya se veía venir la cosa. Hablemos de una década perdida en el caso de Brasil, que es junto a Argentina los dos países con mayor tasa de inflación. »
Bibliografía
Jaime Marqués Pereira, Brasil, México, dos trayectorias en la globalizaciónKarthala, 2004.
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Lengua suelta“, por Elza Soares
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La visita“, por Agar Agar
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