yo” La brecha entre, por un lado, la emergencia ecológica diagnosticada por las comunidades científicas del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) y la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (Ipbes) y, por otro lado, el Estado de la opinión pública justifica, para algunos, el uso de escenarios políticos extremos.
La colapsología, una forma de vértigo político, tiene como objetivo anticipar el colapso de las sociedades y preparar el regreso a las comunidades rurales y frugales. Por otro lado, algunos ultrarricos sueñan con refugiarse en el espacio en un nuevo e hipotético planeta hecho habitable gracias a la tecnología. Ambas soluciones, reservadas para una élite clarividente o próspera, obviamente se pagarían con el sacrificio del mayor número.
Para otros, la solución sería un régimen autoritario que empodere a los científicos, con conocimientos que gobiernen a una población ignorante. Esta opción del despotismo ilustrado que impondría el interés colectivo sobre una base racional es peligrosa e ineficaz.
Ciencia de la sustentabilidad
Peligroso, porque se pueden cuestionar las formas en que se conquista este poder y la capacidad de controlar un mundo abierto en el que las redes sociales difunden creencias con más facilidad que conocimientos. Los caminos tomados por Estados Unidos, Rusia o Brasil, por ejemplo, ilustran más bien el peligro de lo que se ha dado en llamar “democracia”, es decir, un régimen populista autoritario resultante de las encuestas, justo en contra de la ciencia. El acercamiento del poder autoritario y la ciencia expone a esta última a desviaciones. Stalin encontró en Lysenko los medios para desarrollar una teoría popular oficial opuesta a la “ciencia burguesa”. En nuestro mundo moderno, la posverdad popular corre el peligro de anular la verdad de las “élites” científicas.
Solo la aproximación de ciencia y democracia hará que nuestras sociedades sean capaces de afrontar el desafío ecológico. Esto implica una evolución tanto en la ciencia como en el ejercicio de la democracia ilustrada.
El acercamiento del poder autoritario y la ciencia expone a esta última a desviaciones. Stalin encontró en Lysenko el medio para desarrollar una teoría popular oficial opuesta a la “ciencia burguesa”
La ciencia es plural, segmentada en disciplinas, compitiendo fuertemente en reconocimiento, presupuestos y conceptos. Este problema se puede ilustrar con el vínculo salud-medio ambiente. Debido a la compartimentación, tanto institucional como académica, que opone el determinista pasteuriano a la lógica probabilística, la Academia de Medicina se opone así al vínculo salud-ambiente establecido en el cuadro ambiental …, se encuadran en múltiples disciplinas: ingeniería, agronomía , economía, sociología … Deben combinarse en lo que la Unesco denomina ciencia de la sostenibilidad, que tiene como objetivo la producción de conocimientos fundamentales, aplicaciones tecnológicas, innovaciones socioculturales, así como nuevas formas de gobernanza o nuevos modelos sociales y económicos. .
Tienes un 35,26% de este artículo para leer. El resto es solo para suscriptores.
“Propensa a ataques de apatía. Evangelista de la cerveza. Café incurable. Experto en Internet”.