Escenas apocalípticas. Desde el 23 de marzo, cerca de un centenar de incendios han asolado varias regiones del norte de España, Asturias y Cantabria. El domingo 2 de abril ya se había esfumado el equivalente a la superficie de París, con unas 11.000 hectáreas quemadas en apenas unos días.
Una situación muy preocupante, ya que la primavera apenas comienza. Autoridades denuncian hechos delictivos. Se registró un pico de 160 incendios simultáneos en estas dos regiones montañosas conocidas por sus bosques caducifolios, según las autoridades españolas. Conductor rodeado de muros de llamas, un incendio a escasos metros de una gasolinera… Todas las imágenes de España dan fe de incendios forestales muy virulentos, alimentados por vientos violentos.
Afortunadamente, desde el sábado, los bomberos españoles – el “bombarderos“- se vieron favorecidos por unas condiciones meteorológicas más favorables. En la región de Asturias, por ejemplo, el sábado al mediodía seguían ardiendo 71 incendios, frente a los más de 90 del día anterior. Pero casi todos están “bajo control y estabilizado”dijo durante una conferencia de prensa Oscar Rodríguez, jefe de los servicios de emergencia en la región.
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