Una de ellas, ahora de 24 años, conoció a Yasmine Berbach en la escuela secundaria e incluso la hospedó en su casa durante dos meses a fines de 2020. Dice, al igual que Sacha, que Yasmine se presenta en ese momento como una rica heredera, aunque no participa en ningún costo. Después de un mes, finalmente deja el apartamento. Pero unos días después, la joven recibe una llamada telefónica. “Era del banco, me llamaron para decirme que no había más dinero en mi cuenta, ella relata En verdad, [Yasmine] Usé mi tarjeta de crédito”. Un apartamento de esquí de alquiler, que habría devuelto en deplorables condiciones, abonos telefónicos o juegos online, e incluso un billete de tren a París. O casi 1000 euros de gastos.
A pesar de la denuncia, la joven explica que nunca le reembolsaron y nunca más supo de su exnovia. Al igual que Kelly, otra víctima. Unos meses antes había pasado una semana de vacaciones con Yasmine Berbach en un lujoso apartamento ubicado en el centro de Toulouse. Ella dice : “[Yasmine] afirmó que el apartamento era suyo. Por la noche, hizo que le sirvieran champán. Ella gastó generosamente, diciéndome, ‘no te preocupes, yo pago’. Cuando llegué a casa, miré mis cuentas y en realidad tenía mi dinero. Ella estaba usando mi tarjeta de crédito. En total, fueron por 700 euros”. Cada vez, el procedimiento es el mismo. La joven recolectaría números de tarjetas de crédito y usaría el dinero en la cuenta para vivir una vida de lujo. Y las víctimas serían decenas.
“Propensa a ataques de apatía. Evangelista de la cerveza. Café incurable. Experto en Internet”.