El próximo 12 de octubre especialistas de los hospitales Gregorio Marañón y La Paz volverán a enfrentar “tensión máxima” por los servicios de emergencia invernales…
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Los especialistas del Hospital 12 de Outubre, Gregorio Marañón y La Paz afrontan de nuevo la temporada invernal con "máximo estrés", con los servicios de urgencias "abrumados" por la epidemia de gripe, y denuncian que la falta de camas y de personal deja a los pacientes esperando el ingreso durante varios días.
En el Hospital 12 de Octubre, Carmen González, enfermera del centro, explica que el problema es sistémico y se agrava con cada aumento de la demanda, porque el servicio de urgencias se ha quedado "pequeño" para atender a la población de referencia de la zona sur de Madrid, que por sus características socioeconómicas y demográficas es beneficiaria de la asistencia sanitaria pública.
La influenza actúa como "la gota que colma el vaso", dijo González, explicando que la mayoría de los pacientes padecen enfermedades crónicas, cuyas patologías sufren desequilibrios inducidos por la gripe y requieren hospitalización inmediata.
"El problema es que tras la inauguración del nuevo edificio tenemos menos camas y el servicio de urgencias se ha convertido en un embudo", afirma González, antes de subrayar que cada mañana hay entre 35 y 40 pacientes esperando a ser ingresados en planta.
Además, advirtió de que la presión sanitaria ha aumentado un 27 por ciento desde 2020, sin un aumento proporcional de personal y "escaso" refuerzo, dejando a los sanitarios "cansados y agotados" por los cambios.
La situación es similar en el Hospital Gregorio Maagnon, donde una enfermera de urgencias describe una infraestructura obsoleta desde hace décadas.
Para gestionar el exceso de pacientes, el hospital ha habilitado "pasillos", zonas de tránsito donde se instalan camas "improvisadas", y unidades de prehospitalización (UPHS), pequeños espacios con capacidad para diez camas y donde los pacientes pueden pasar hasta cuatro días antes de ser trasladados a una habitación.
"En estos espacios abiertos se mezclan pacientes quirúrgicos con personas que padecen gripe, y no hay áreas separadas para pacientes oncológicos", explicó la enfermera Marañón.Agregó que el tiempo de espera por enfermedades menores puede ser de más de ocho horas.
Los profesionales han lamentado que la mano de obra contratada en el marco del plan de invierno "no es suficiente" y tiene como fecha de caducidad el 31 de enero, poniendo de relieve las carencias no sólo en enfermería, sino también en medicina y entre auxiliares y guardias de seguridad.
Desde el Hospital Universitario de La Paz, también coincide una enfermera de plantilla y delegada sindical del SATI, que destaca que el fortalecimiento del plan de invierno llegó tarde, cuando las llegadas a urgencias ya alcanzaban los 560 pacientes diarios.
Algunos pacientes tienen que pasar uno o dos días en urgencias hasta que haya camas disponibles en el hospital, donde disponen de habitaciones dobles para alojar a todas esas personas, afirma este profesional, que se queja de falta de espacio, personal y material.
Para el delegado de Satse, la carga de trabajo, especialmente entre las enfermeras, es "insoportable" debido a las bajas laborales no cubiertas.Esta saturación, afirma, amenaza la calidad de la atención técnica como las transfusiones o la quimioterapia y lleva al personal al borde de la quiebra física y psicológica.
En su opinión, la solución no pasa por poner "curitas" cuando ya se ha desatado la epidemia de gripe, sino que pasa por un plan de invierno que arrancará en octubre, una campaña de vacunación "adecuada" para reforzar al personal de enfermería de atención primaria y, sobre todo, un aumento estructural de plantilla y de camas que permita al sistema público madrileño cubrir la demanda estacional sin destruir los servicios de urgencias.
