El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha castigado a España por obligar a los expatriados a declarar sus bienes en el extranjero, por considerar esta disposición “desproporcionada” y contraria al principio de “libre circulación de capitales”.
Desde 2013, los residentes fiscales en España están obligados a declarar a las autoridades fiscales españolas todos sus bienes en el extranjero (inmuebles, cuentas, etc.) cuyo valor supere los 50.000 euros, como parte de una medida encaminada a combatir mejor la evasión fiscal.
Los bienes en cuestión, muchas veces gravados en los países afectados, no tributan por segunda vez en España. Pero no informar a las autoridades fiscales españolas está sujeto a fuertes multas, que pueden alcanzar varios miles de euros.
pulso
En su sentencia, dictada este jueves tras un largo enfrentamiento entre Hacienda y contribuyentes, el TJUE consideró que la legislación española fue “más allá de lo necesario para alcanzar” sus objetivos, a saber, la eficacia de las auditorías tributarias.
Las “sanciones” previstas en caso de “incomprensión o cumplimiento imperfecto” de la legislación crean también “una diferencia de trato” entre españoles y expatriados y perjudican “la libre circulación de capitales”, juzgó.
Esta sentencia, según un dictamen emitido en 2017 por la Comisión Europea, es firme y, por tanto, España deberá adaptar su legislación, según un portavoz del TJUE.
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