Publicado en:
El presidente brasileño Lula se reúne el martes en Buenos Aires con unos quince jefes de estado y de gobierno latinoamericanos para una cumbre regional. Este es su primer viaje al exterior desde que volvió al poder.
Integración regional y foto de familia. Una quincena de Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina se reunirán el martes 24 de enero en Buenos Aires para una cumbre regional en torno a la calamar presidentepara el que este es el primer viaje al exterior desde el inicio de su tercer mandato.
El presidente de 77 años asistirá a la VIIy Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que reúne a treinta y tres Estados de la región (excluyendo Estados Unidos y Canadá).
Lula había sido, al final de sus primeros mandatos (2003-2010), uno de los fundadores de la Celac, durante la primera “ola rosa” del continente, en la primera década del siglo. Y ahora está devolviendo a Brasil al cuerpo del que su antecesor de extrema derecha, Jair Bolsonaro, lo liberó en 2020.
“Necesidad de integrar América Latina”
Una nueva ola de gobiernos de izquierda o de centroizquierda desde 2018 (México, luego Argentina, Honduras, Chile, Colombia, Brasil) hará ineludibles odas al “nuevo clima de América Latina” en Buenos Aires, que el aclamado país anfitrión esta semana. .
Foro de consulta y cooperación, la CELAC no es un mecanismo de integración regional con opiniones vinculantes. Y si Alberto Fernández y Lula enfatizaron “la necesidad de integrar a América Latina”, la voz de la CELAC lucha por unir, o liderar, en las sucesivas crisis regionales, como el de Perú.
“América Latina está en bancarrota desde el punto de vista institucional (…), no ha podido integrarse colectivamente al mundo”, diagnostica a la AFP Ignacio Bartesaghi, especialista en relaciones internacionales e integración regional de la Universidad Católica de Uruguay .
>> Ver: “Brasil y Argentina quieren lanzar una moneda común en América Latina”
Como mínimo, la CELAC “sigue siendo un espacio vasto y heterogéneo de los países latinoamericanos a partir del cual se pueden establecer agendas mínimas o intereses comunes para la región”, coincide Bernabé Malacalza, investigador de relaciones internacionales del Centro Nacional de Pesquisas Argentina Conicet.
Heterogéneo, ciertamente. Sumándose a la polarización, “no existe ni siquiera un cierto consenso básico en América Latina, como por ejemplo sobre la diferencia entre democracia y dictadura”, subraya Ignacio Bartesaghi.
“Hay (en la Celac) presidentes que ni se reconocen a sí mismos”, observa. Como el paraguayo Mario Abdo Benítez (conservador), cuyo país rompió relaciones diplomáticas con la Venezuela de Nicolás Maduro en 2019. Lula, sin embargo, prometió reabrir las embajadas.
Nicolás Maduro se retiró en el último momento de ir a Buenos Aires, alegando un “riesgo de agresión” de la “derecha neofascista”. Referencia, quizás, a los políticos de la oposición argentina (derecha) que denunciaron la llegada de “dictadores” y pidieron a los tribunales que detuvieran a Nicolás Maduro tras su llegada.
“¡Reconstruyamos Mercosur!”
Heterogéneo e incompleto. Con importantes ausencias de Buenos Aires, como la de Andrés Manuel López Obrador, el presidente de izquierda al frente de México, la segunda economía más grande de América Latina, que será sede de la última cumbre de la CELAC en 2021.
Sin embargo, la CELAC sigue siendo el interlocutor elegido por China o la UE para negociar agendas de cooperación con la región. Incluso aquí de nuevo… “La imposibilidad de realizar una cumbre UE-Celac desde la última en 2015 (en Bruselas) ilustra (…) la ausencia de un diálogo político birregional sólido”, considera Bernabé Malacalza.
En ese sentido, el regreso de Lula podría impulsar algunos temas subregionales, como el tratado de libre comercio UE-Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay), finalizado en 2019, pero nunca ratificado desde entonces. particularmente a las preocupaciones sobre la política ambiental de Jair Bolsonaro. La bancada de Lula ya expresó su voluntad de retomar los contactos.
“¡Vamos a reconstruir el Mercosur!”, anunció Lula en la noche del lunes, en referencia a esta unión aduanera que se rompió en los últimos meses a causa de un tratado de libre comercio con China. “¡Vamos a recrear Unasur!”, continuó, en referencia a la moribunda Unión de Naciones Suramericanas creada en 2008 por iniciativa de él y el venezolano Hugo Chávez.
El caso es que, además de la vecindad a la que Lula tuvo que privilegiar, el jefe de la diplomacia brasileña recordó este fin de semana que, con el objetivo de “reconstruir puentes”, América Latina tiene “el mismo grado de importancia y prioridad” que Estados Unidos, China y Europa. Los próximos viajes en la agenda de Lula: Washington el 10 de febrero y China “después de marzo”.
Con AFP
“Propensa a ataques de apatía. Evangelista de la cerveza. Café incurable. Experto en Internet”.