Florian Thauvin, campeón mundial de 2018 con los Blues, debe encontrar un nuevo club: los Tigres de Monterrey de México rescindieron su contrato para liberar un lugar como extranjero a favor de un jugador argentino poco conocido, Nicolás Ibáñez.
“Decidimos traer a Nicolás Ibáñez y teníamos que traer un jugador”, explicó el director técnico de Tigres, otro argentino, Diego Cocca.
“Lamentablemente las reglas son claras”, continuó Cocca, a cargo desde noviembre. Estas reglas establecen que los clubes mexicanos pueden tener diez extranjeros en su nómina.
“Mi idea es tener jugadores que estén en su mejor nivel”, insistió, cuidándose de añadir que Thauvin es “un muy buen jugador” e incluso “una hermosa persona”.
No alcanza, sin embargo, para mantenerse dentro del cupo de extranjeros que tiene el club al término del torneo de clausura después de tres jornadas.
Ni siquiera para competir con Ibáñez, que había sido cedido por el Atlético de Madrid -donde nunca jugó un partido- al modesto club mexicano Pachuco antes de aterrizar en Monterrey.
Un año y medio después de llegar procedente del Marsella, el delantero de 30 años estaba llamado a hacer las maletas con un registro bastante modesto con la camiseta de Tigres: 39 partidos para unos míseros ocho goles y cinco asistencias.
– 23 veces titular –
Varias veces lesionado y expulsado en uno de sus primeros partidos en agosto de 2021, fue titular apenas 23 veces.
La desgracia de Thauvin comenzó el lunes, cuando el club mexicano anunció en un comunicado de prensa su decisión de “rescindir” su contrato.
El martes, el jugador, cuya experiencia previa en el extranjero, en Inglaterra, en el Newcastle, había sido más que mixta (2015-16), se presentó en las puertas del centro de entrenamiento, acompañado de un abogado para confirmar que ahora estaba prohibido el acceso a él, según ciertas fuentes.
Solo su compatriota André-Pierre Gignac, el ídolo local, había intercambiado algunas palabras con él, relataron testigos presenciales.
Finalmente se llegó a un acuerdo, anunciaron los Tigres el viernes. “Todo está resuelto”, según un portavoz del club contactado por la AFP, quien añade que el jugador puede sentirse “tranquilo”.
Ahora libre de compromisos, Thauvin busca club. En Monterrey cobraba seis millones de euros netos al año, según diversas fuentes, lo que le sitúa entre los sueldos más altos de la Ligue 1 (excluyendo al PSG). Lyon y Celta de Vigo de España pueden estar interesados.
– “La adaptación es complicada” –
Thauvin se suma a la lista de franceses y extranjeros que tienen problemas con las especificidades locales.
“La adaptación es complicada”, confirma Gignac, que recuerda sus propias dificultades cuando llegó en 2015.
“Si juegas Pumas en Ciudad de México, es domingo al mediodía a 2500 metros de altura. Cuando llegué, cuando jugué en altura, no podía respirar”, dijo a RMC el año pasado.
Gignac tuvo más que éxito en su propia adaptación. A sus 37 años, el exmarselles es el máximo goleador de la historia del club con 179 goles. Dice que quiere jugar allí hasta 2025, año en que cumple 40 años y diez años en México.
El pasado abril, sin embargo, Thauvin se declaró feliz en Monterrey (500 m sobre el nivel del mar), donde “hay sol todos los días”. Su esposa, la modelo Charlotte Pirroni, ocasionalmente publicaba fotos de sus vacaciones en la costa del Caribe mexicano.
Thauvin incluso confió que tenía cierto preparador físico, en un castellano muy correcto. Durante la entrevista, un periodista mexicano le advirtió sobre la rudeza de las defensas contrarias, pero no de los dirigentes mexicanos.
calle/jr
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