Análisis
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Anunciado con bombos y platillos por los tres líderes en California, el contrato de Australia para comprar submarinos nucleares de sus aliados estadounidenses y británicos genera más preguntas que respuestas para Canberra.
368 mil millones de dólares o 229 mil millones de euros. Después de dieciocho meses de trabajo, la asociación de defensa estratégica AUKUS se confirma en un contrato de valor asombroso que sella la compra de ocho submarinos de propulsión nuclear por parte de Australia a sus aliados estadounidenses y británicos. El anuncio, realizado este martes en San Diego durante un discurso que reunió a Anthony Albanese, Joe Biden y Rishi Sunak, plantea, sin embargo, muchas preguntas.
En el guión, sin embargo, todo parece claro. La obra por venir es ciertamente colosal, pero durará más de tres décadas y se identifican las etapas que la componen. Los australianos pasarán por una fase de formación con tripulaciones americanas, pero también en astilleros y escuelas especializadas en países socios. Para 2030, Australia está considerando la compra de tres a cinco submarinos de clase Virginia. Y a partir de 2040, los esfuerzos se dirigirán a la fabricación de nuevos sumergibles denominados SSN AUKUS, que combinarán diseño inglés con tecnologías australiano-estadounidenses.
áreas de sombra
A pedido de Liberarel historiador militar Romain Fathi es bastante cauteloso.
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