La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha destituido a Pablo García-Cuervo de su cargo como director de comunicación. Esta decisión fue tomada después de una petición por parte de las jugadoras de la selección, quienes buscaban normalizar sus relaciones con la federación. Albert Luque, director deportivo, ha sido designado como el responsable de esta destitución.
El despido de García-Cuervo se produce en medio de una polémica, ya que el próximo 10 de octubre, Luque deberá presentarse como imputado debido a presiones ejercidas sobre el entorno de Jennifer Hermoso, reconocida jugadora de fútbol. Elvira Andrés y Alfredo Olivares han sido los encargados de comunicar la destitución a García-Cuervo.
Es importante destacar que muchos jugadores internacionales mostraron su apoyo a García-Cuervo y solicitaron que continuara al frente de la comunicación de la selección masculina. Sin embargo, la decisión final ha sido tomada y el exdirector de comunicación ha sido citado a declarar el 20 de octubre como testigo en un caso judicial.
Este movimiento en la RFEF ocurre luego de la dimisión de Luis Rubiales como presidente, lo cual ha llevado a la salida de varios miembros de la federación. Además, no se descartan más despidos en los próximos días, lo que indica un periodo de cambios y reestructuración en el entorno del fútbol español.
Con esta destitución y los cambios que están ocurriendo en la RFEF, se espera que se logre una mayor armonía entre las jugadoras de la selección y la federación, además de una renovación en la forma de comunicar y gestionar el fútbol español. El tiempo dirá cómo se desarrollan estos sucesos y qué impacto tendrán en el futuro del deporte en el país.
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