Evergrande, el gigante inmobiliario chino, ha enfrentado dificultades en su plan de reestructuración, lo que ha llevado a su fundador, Hui Ka-yan, a estar supuestamente bajo arresto domiciliario. La crisis de Evergrande estalló en 2021 cuando la empresa incumplió el pago de su deuda extraterritorial, lo que generó cientos de litigios y gran incertidumbre en el sector.
Una de las razones por las que Evergrande ha enfrentado tantos problemas es su dependencia de altos niveles de apalancamiento y ventas sobre plano. Esto llevó a la empresa a tener una gran cantidad de viviendas vendidas antes de su construcción, lo que ha complicado aún más la situación actual.
Además, el gobierno chino implementó tres líneas rojas en 2020, las cuales limitaban el acceso a financiación para promotoras con un excesivo pasivo, alto apalancamiento o falta de liquidez. Estas medidas también han afectado a Evergrande, ya que ha tenido dificultades para obtener los recursos necesarios para su reestructuración.
El mercado inmobiliario en China también se ha desacelerado debido a la pandemia de COVID-19 y a las restricciones impuestas por el gobierno para enfriar los precios de las viviendas. A pesar de las medidas de apoyo del gobierno, las ventas comerciales han descendido y el mercado no responde como se esperaba.
Evergrande presentó un plan de reestructuración para pagar su deuda impagada, pero ha aplazado las votaciones varias veces debido a la evolución desfavorable de las ventas. Además, la empresa ha divulgado grandes pérdidas y ha enfrentado dificultades, como la solicitud de bancarrota en Estados Unidos, la investigación de sus subsidiarias y la detención de empleados.
Como resultado de esta situación, el valor de las acciones de Evergrande ha caído significativamente y la empresa continúa en una situación turbulenta. A pesar de los esfuerzos para superar esta crisis, Evergrande enfrenta múltiples obstáculos y se espera que el panorama siga siendo complicado en el futuro cercano.