INFORME – El gobierno de Johnson despliega 15.000 millones de libras esterlinas de ayuda a las familias e impone impuestos a las empresas de energía.
De nuestro corresponsal en Londres
Es una nueva forma de esclavitud, una alienación moderna que nunca pensó que experimentaría. “Nos hemos convertido en esclavos de nuestros medidores de luz y gas prepago. Lo que nos quitan y lo que nos dejan como dinero condiciona nuestra vida, lo que podemos comprar para alimentarnos”. dice Kathleen Kerridge.
Esta residente de Portsmouth, madre de cuatro hijos, describe con modestia y emoción la caída de la precariedad provocada hoy por el aumento del costo de vida. Una situación que afecta a millones de hogares británicos, como el crisis del costo de vida representa el mayor desafío para el gobierno británico en este momento.
Al igual que muchos residentes del vecindario y familias de bajos ingresos en todo el país, los Kerridge usan este sistema de tarjetas prepagas que se insertan en el medidor después de la compra en una tienda del vecindario. Sin crédito, todo se detiene. Con el alquiler y el impuesto a la vivienda, estos gastos…
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