A pesar de una de las tasas de vacunación más altas del mundo (el 79,8% de la población española recibió dos dosis), el país está preocupado por el aumento de casos de contagio.
En España, el auge de lo que los medios ahora llaman “la sexta ola” es imparable. El número de contagios diarios aumenta considerablemente y ya supera los 30.000 nuevos casos diarios en este país de 47 millones de habitantes. La incidencia acumulada se dispara y todos los indicadores del Ministerio de Sanidad apuntan a que las curvas seguirán subiendo hasta mediados de enero, ya que España se encuentra solo al 42% de su pico de contaminación (frente al 95% de Francia). A pesar de una de las tasas de vacunación más altas del mundo -el 79,8% de la población española recibió dos dosis, frente al 71,8% en Francia-, el país tiembla.
“Nunca había tenido tanta gente a mi alrededor enferma de COVID al mismo tiempo”, explica Miriam, profesora en un colegio de Madrid. “No sé si esto es consecuencia de la variante Omicron, ¡pero no tiene precedentes!”. Los sentimientos de Miriam parecen confirmarse en los números. La Comunidad de Madrid anunció ayer que el 50% de los contagios secuenciados en los hospitales de la capital caían en la variante omicron.
“¡El crecimiento de la variante Omicron es increíble! Es incluso mayor que nuestra capacidad para detectarlo”, reconoce algo perturbada Susana, enfermera del centro de salud del distrito de Malasaña en Madrid. Cada mañana, Susana ve aumentar la cola de pacientes que buscan citas o pruebas PCR. “La fila ahora da la vuelta a la manzana. Los comercios vecinos se quejan porque la cola de pacientes impide que los clientes entren a su establecimiento”. Y para concluir, llevándonos a testimoniar: “Nuestro sistema de salud está al borde de la ruptura”.
Un “pasaporte” de Covid
Este aumento exponencial preocupa a las autoridades, que temen que esta explosión de casos se traduzca, dentro de unas semanas, en casos graves y hospitalizaciones masivas. En un intento de contener la ola que se aproxima, se tomaron varias medidas. Esta semana comenzó la vacunación de niños de 5 a 11 años. El gobierno ha anunciado que extenderá el acceso a una tercera dosis de refuerzo de la vacuna a personas mayores de 40 años. El “pasaporte COVID” (equivalente a nuestro pase de salud), una medida descartada durante mucho tiempo por las autoridades españolas, ahora es obligatorio en la mayoría de las regiones. Finalmente, alrededor de 3.000 soldados fueron llamados al rescate para aumentar el número de rastreadores de casos de contacto, ayudar a organizar vacunas o desinfectar ciertos edificios.
Esto no rompe los racimos. Como se ha observado en Málaga (Andalucía) donde durante la tradicional cena de Navidad se contagiaron 96 trabajadores del hospital de los 170 presentes. Este banquete escandalizó a la opinión pública. Símbolo adicional de este brote de casos: el legendario club de fútbol Real Madrid es diezmado por el COVID. Seis jugadores en el equipo, incluidas las estrellas Modric, Marcelo, Bale y Asensio, dieron positivo y están en confinamiento solitario. El club teme otros casos en los próximos días.
España vacuna a niños de 5 a 11 años
El pasado miércoles, España comenzó a vacunar a los niños de 5 a 11 años. Esta población, con una tasa de incidencia muy superior a otros grupos de edad, es vista como un “reservorio viral” que alimenta la pandemia. Esta medida cubre a 3,3 millones de niños (es decir, el 7% de la población). Recibirán dos dosis de la vacuna de Pfizer, con ocho semanas de diferencia. Solo se requiere el consentimiento de los padres. En España, donde la aceptación de la vacuna es muy alta y el movimiento antivacunas casi inexistente, el único debate que anima a la sociedad es el del lugar de vacunación: ¿se debe hacer en el colegio o en un centro de salud?
“Organizador ávido. Evangelista de tocino amigable con los hipster. Amigo de los animales en todas partes. Emprendedor”.