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La situación se agrava en la isla canaria de La Palma, donde el volcán Cumbre Vieja comenzó a entrar en erupción el 19 de septiembre, hace 71 días. La erupción cubrió un área de 1.115 hectáreas con lava, afectando principalmente a tres municipios, destruyendo decenas de edificios y obligando al cierre de muchas empresas. Se pensaba que los flujos de lava estaban disminuyendo. Sin embargo, según los expertos, está sucediendo lo contrario.
Con nuestro corresponsal en Madrid, François Musseau
En todos los medios españoles, la alerta es omnipresente y cualquiera puede observarla con imágenes aéreas. En la cima del volcán se abre una nueva boca que redobla los flujos de lava y las decenas de miles de toneladas de dióxido de azufre emitidas a la atmósfera. Esto pone en peligro la salud de los «palmeros», habitantes de esta isla occidental del archipiélago canario.
una erupción que dura
Hasta entonces, se creía que la erupción no duraría para siempre. Sin embargo, varios vulcanólogos y en especial los agentes del Plan de Prevención de Riesgos Volcánicos (Revolca), organismo nacional, dicen exactamente lo contrario: las erupciones de Cumbre Vieja deberían durar, en total, bastante más de 84 días consecutivos, que es el registro que se lleva. por otro volcán en la misma isla que La Palma, Tehuya, en el siglo XVI.
Meses y meses?
Esto puede llevar meses y meses, predicen los expertos, sin atreverse a acordar una fecha límite exacta. Esto significa consecuencias nocivas para los habitantes de los alrededores, cansados de cenizas volcánicas, coladas de lava e incluso gases tóxicos. Por no hablar de los que perdieron sus hogares, exactamente 528 personas, que aún permanecen en hoteles hasta nuevo aviso.
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