El invierno, para los que vivimos en el hemisferio norte, es la estación del año en la que muchos interrumpen el ritmo del ejercicio, es como el final de la temporada deportiva. La coincidencia del período vacacional y las bajas temperaturas desalientan el ejercicio de rutina.
El menor gasto energético asociado a las celebraciones de diciembre favorece el aumento de peso corporal y al parecer, a pesar de la pandemia, no estamos dispuestos a dejar de celebrar, incluso con protocolos de salud, la tradicional convivencia en la oficina, con la familia. y amigos de todos los círculos sociales en los que participamos. Si a esto le sumamos el peso que ganamos durante los nueve meses que estuvimos en la nueva normalidad, las perspectivas no parecen muy favorables para empezar un nuevo año, otra temporada deportiva, y tendremos que ser persistentes para cumplir con la tradicional resolución de Año Nuevo. : Perder peso.
Si de verdad queremos evitar el aumento de peso, el ejercicio puede ser nuestro aliado y ayudarnos a adelgazar o mantenerlo bajo control, sin preocuparnos por las festividades del puente Lupe-Reyes.
En una publicación reciente en New York Times, se reportan resultados alentadores para hombres y mujeres con sobrepeso. Los investigadores del estudio encontraron que el ejercicio puede ayudarnos a perder peso. Implica la reprogramación de las hormonas del apetito. El estudio sugiere que deberíamos hacer ejercicio seis días a la semana, durante una hora, para quemar al menos 3.000 calorías.
Suena simple: hacemos ejercicio, quemamos calorías, y si la vida y el metabolismo nos hacen justicia, creamos un déficit energético. En ese momento, comenzamos a utilizar la grasa almacenada para generar la energía necesaria para el funcionamiento de nuestro organismo, lo que nos hará más delgados.
Pero nuestros cuerpos no siempre cooperan. Debido a la evolución del gen para mantener las reservas de energía en caso de hambre, nuestro cuerpo plantea obstáculos en nuestro intento de adelgazar. Cuando comienza a hacer ejercicio, aumenta su apetito, por lo que se consumen más calorías, compensando las pérdidas.
En un estudio publicado recientemente en la revista especializada Medicina y ciencia en deportes y ejercicio, los investigadores encontraron, en quienes hacían más ejercicio, un aumento de la hormona leptina, responsable de la reducción del apetito. Esto explica por qué los atletas de alto rendimiento pueden mantener su peso mientras hacen ejercicio con regularidad.
En conclusión, para aquellos de nosotros que esperamos que el ejercicio pueda ayudarnos a no ganar peso ni reducir nuestra cintura durante las próximas vacaciones, parece que el secreto es que cuanto más podamos movernos, mejor.
Es mejor prevenir.
“Experto en cerveza. Practicante de twitter de toda la vida. Lector ávido. Organizador. Fanático del tocino. Creador. Típico defensor de la televisión”.