El viernes 20 de enero, el alcalde de Larrau Jean-Dominique Iriart indicó así a “Sud Ouest” que no había sido informado de nada: “No tengo ninguna información oficial, me enteré por la prensa (informada por sí misma por los oficiales de carrera, que muestran el recorrido en su sitio web, nota del editor). Estamos empezando a acostumbrarnos, no creo que sea muy bueno”. Segunda sorpresa este viernes 27 de enero, la prefectura de Pyrénées-Atlantiques fue tampoco notificado por los organizadores. “Para ser franco, me enteré del paso de la Vuelta a Larrau, como el alcalde, a través de la prensa”, declaró a “Sud Ouest” el alcalde Julien Charles.
“El alcalde tiene razón”
Si los responsables de los grandes circuitos ciclistas no avisan sistemáticamente con antelación a todos los municipios atravesados, la situación fronteriza de Larrau merece más consideración. El cruce marca la demarcación franco-española, cerrada hace dos años, oficialmente como parte de la lucha contra el terrorismo.
Jean-Dominique Iriart resistió este bloqueo sabiendo que solo cuatro de los dieciséis puntos fronterizos siguen cerrados en el País Vasco (el puente de la Avenida en Hendaya, el paso de Ispeguy y el de Aldudes). Si la Vuelta quiere trasladarse a Navarra y España desde el puerto de Larrau, “requerirá en todo caso una excepción del Estado”, dedujo el elegido Souletin. Lo corrobora el alcalde este viernes: “Tiene razón el alcalde al plantear que hay un problema de coherencia con la Vuelta que estaba previsto que pasara por el paso autorizado de Larrau, que actualmente está cerrado. Podemos imaginar una excepción para esta prueba. Pero antes de decir más, esperamos noticias de la organización de la Vuelta. »
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