Publicado el 27 de septiembre de 2022 a las 7:01 a. m.
Al igual que en Italia, la extrema derecha en España está tratando de abrirse camino hacia el poder. “Giorgia Meloni mostró el camino hacia una Europa orgullosa y libre de naciones soberanas”, celebra Santiago Abascal, líder de Vox, que quisiera leer el futuro de su propio partido en esta victoria italiana.
Varias elecciones están previstas para el próximo año en España, entre las autonómicas y municipales previstas para mayo y las legislativas que deberían programarse para finales de año. En Vox esperamos aprovechar la dinámica italiana para insuflar nueva vida a los entrenamientos. Y en la derecha moderada del Partido Popular (PP), tendremos que encontrar la distancia adecuada desde la perspectiva de una extrema derecha reinflada para bloquear.
Recomposición de las relaciones de poder
Los resultados italianos llegan precisamente en un momento en el que la restauración del equilibrio de poder dentro de la derecha parece dar una ventaja al PP, que ha adoptado un perfil pragmático y de gestión.
Desde su llegada en abril pasado, el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, ha jugado con la ambigüedad, evitando ostensiblemente acercamientos pero también enfrentamientos con los ultras. Y tanto más cuanto que PP y Vox gobiernan juntos, sobre todo en la región de Castilla y León.
A pesar de estas alianzas con la extrema derecha sobre el terreno, el líder del PP tiene claras intenciones de ganar votos en el centro para ganar las elecciones legislativas del próximo año. Ya ha absorbido el espacio que ocupaban los liberales de Ciudadanos y ahora mira al lado de los moderados del Partido Socialista, descontento con la “radicalización” del Gobierno de Pedro Sánchez bajo la influencia de Podemos y sus alianzas parlamentarias con los independentistas. de izquierda, catalana y vasca.
inversión del ciclo
La estrategia está funcionando, según encuestas de opinión que describen un cambio en la dinámica electoral. Una encuesta del instituto Gad3 sitúa al PP en un 35% (frente al 27% de los socialistas en el PSOE): recupera terreno en la extrema derecha (13,5%) a la vez que atrae el voto de centroizquierda.
El líder del PP pretende avanzar sin tropiezos. Avanza la promesa de recortes de impuestos ante una inflación de más del 10% y perspectivas económicas degradadas. Pero evita en lo posible las cuestiones de sociedad y las querellas ideológicas que moviliza Vox en torno a la familia, el feminismo y la inmigración.
“Una vez que el PP parezca estar en condiciones de volver a ganar, los votantes conservadores que se habían ido a Vox por un voto de liberación naturalmente volverán a él”, dice el politólogo Pablo Simón, profesor de la Universidad Carlos III de Madrid. .
Las últimas elecciones autonómicas en Andalucía, el pasado mes de junio, le dieron la razón, otorgando la mayoría absoluta al candidato del PP, mediocre pero apreciado por su perfil bonachón. Mientras que Vox anotó de manera bastante decepcionante, a pesar del ardiente apoyo de Giorgia Meloni como invitada sorpresa de la campaña.
convivencia problemática
La pregunta ahora es si este resultado podrá replicarse en todo el país en las próximas elecciones legislativas. Para el PP, que reinaba en la derecha, la convivencia con Vox sigue siendo problemática, explica el periodista Miguel González, autor del libro “Vox SA”. “No es un partido surgido a la derecha del PP, sino una escisión interna”, subraya. Los fundadores de Vox provienen de sus filas, y la dirección del partido sabe que parte de su propio electorado aprecia el tono provocador de Vox. »
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, es la representante más visible de este ala dura del PP, muy cómoda en alianzas con Vox y desmesurada. Habrá que ver cómo el PP mantendrá el equilibrio entre la ultra tentación y la búsqueda de un voto moderado en el centro.
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