En México, ballenas grises mueren varadas en la costa del Pacífico

Una ballena gris apareció en la orilla de la playa Limantour en Pobint Reyes National Seashore, California, el 24 de mayo de 2019.
Una ballena gris apareció en la orilla de la playa Limantour en Pobint Reyes National Seashore, California, el 24 de mayo de 2019 (JOHN G. MABANGLO / EPA / MAXPPP)
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Esto es motivo de preocupación para los expertos de la especie: desde enero de 2019, unas 400 ballenas grises han muerto atrapadas en la costa del Pacífico, desde Canadá hasta México, durante su migración hacia el sur. UN «evento de mortalidad inusual» según los científicos, pero eso no es totalmente anormal, según ellos. A principios de la década de 2000, 600 cetáceos murieron sin que los biólogos pudieran identificar una causa precisa.

Al estudiar las siluetas de las ballenas grises en fotografías tomadas por drones, los científicos descubrieron que cada año eran más delgadas. Muchos sufren de desnutrición y mueren de hambre antes de llegar a la costa mexicana. Las ballenas grises debilitadas también son más vulnerables a las colisiones con los barcos. Y este invierno volvieron a ser menos numerosos para llegar a las cálidas aguas de Baja California.

¿Cómo explicar esta mortalidad? La hipótesis evocada es la del calentamiento global. Se cree que el aumento de la temperatura del agua es la causa de la escasez de áreas de alimentación para las ballenas grises en el Pacífico Norte. Estos mamíferos migran al Mar de Bering y, frente a las costas de Alaska, en el verano, las ballenas se alimentan principalmente de krill y pequeñas presas que buscan en el fondo marino. Pero estos frágiles ecosistemas se están deteriorando como resultado del calentamiento global. Luego, los cetáceos se ven obligados a buscar más alimento, lo que explica por qué están exhaustos en el viaje de regreso al sur. Por el momento, esto es solo una suposición, pero es el más sólido.

En México, las ballenas grises reciben una protección especial. A partir de la década de 1970, el país lanzó políticas pioneras para proteger a esta especie diezmada por la caza. Los dos primeros santuarios de ballenas grises se crearon en Baja California, en las lagunas costeras a donde vienen todos los inviernos para reproducirse y parir. Gracias a este plan de salvaguardias, se produjo una espectacular recuperación de la población, que llegó a más de 25.000 individuos, cuando la especie estaba al borde de la extinción.

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