España critica a Francia por no reabrir algunas carreteras secundarias situadas en la frontera entre ambos países.
La frontera de los Pirineos revivió en enero de 2021 y esta es una disputa más entre los dos países vecinos. Por decisión del gobierno francés, ocho pasos fronterizos siguen cerrados: cuatro en Pirineos Orientales (incluido el paso de Banyuls) y otros cuatro en Pirineos Atlánticos. Oficialmente, la lucha contra el terrorismo y la inmigración ilegal justifican estos cierres. Pero nadie está realmente convencido por estas razones y los lugareños están exasperados de que estos cierres interrumpan su vida cotidiana. “Es un prejuicio para los residentes de ambos lados de la frontera. Cuatro guijarros en medio de un camino nunca detuvieron nada”, señala Pierre Becque, ex alcalde de Banyuls. En Larrau, en la frontera con Navarra, electos y vecinos se manifestaron a finales de verano para exigir la reapertura del puerto. En Madrid, también, estos cierres están mal vividos. El gobierno español pidió a París que reabriera las fronteras. “No necesariamente compartimos las medidas francesas”, dijo a los diputados españoles Fernando Grande Marlaska, ministro del Interior, “creemos que la libertad de circulación es un pilar fundamental de la Unión Europea”.
¿Justicia incautada?
Pero al cerrar estas pequeñas carreteras fronterizas, Francia también y sobre todo quiere enviar un mensaje a su vecino. Considera que España no protege suficientemente su frontera exterior por el sur. “Le escribo regularmente al alcalde de los Pirineos Orientales para pedirle que reabra los pasos, sin éxito por el momento”, lamenta Stéphane Vojetta, diputado de los franceses en España. “Permitimos que surjan situaciones que podrían percibirse como irritantes para los españoles. No podemos pagar. En Banyuls, si nada cambia hasta el 4 de octubre, Pierre Becque anuncia que emprenderá acciones legales por considerar que estos cierres van en contra de los tratados europeos.