Juzgados el pasado noviembre por fraude contra varios de sus clientes, los directivos de la empresa DSF de Grisolles fueron declarados culpables el 17 de enero ante el tribunal de justicia de Montauban (Tarn-et-Garonne). La pareja que negó todo deberá reembolsar alrededor de 300 mil euros. Los acusados también son condenados a 6 meses de prisión condicional y multa de 5.000 euros cada uno. DSF recibe multa suspendida de 10.000 euros.
Procesados por fraude contra varias empresas metalúrgicas en Occitania, una pareja que dirige una empresa de venta de máquinas-herramienta con sede en Grisolles fue declarado culpable el 17 de enero ante el tribunal de Montauban. El jugamiento que paso el 15 de noviembre había sido llevado a bordo.
Ausentes de la audiencia, David Blanchard y su acompañante Séverine Conte, de 48 años, fueron condenados así a 6 meses de prisión condicional y una multa de 5.000 euros cada uno. La empresa DSF, que también fue procesada en este caso como persona jurídica, fue condenada a una multa suspendida de 10.000 euros.
Tras las conclusiones de Mes Frédéric Hermet y Xavier Navarro de los abogados Castres y Foix, el presidente Sylvaine Reis también concedió las pretensiones de indemnización de las partes civiles.
Con sede en Mazamet on the Tarn, el grupo Pujol frères recibe así 80.011 euros de indemnización, y la empresa Ariège Mecaprec 211.000 euros de indemnización, así como 4.000 euros cada uno por daños y 2.500 euros por empresa en virtud del artículo 475-1 (honorarios de abogados) .
un contador falso
Los hechos ocurridos entre 2015 y 2016 fueron objeto de una investigación judicial de más de 5 años tras las denuncias de varias empresas metalúrgicas (Pujol frères en Mazamet, Usinox y Mecaprec en particular), así como de la Banque Populaire d’Occitanie (BPO) de los Grisolles.
En 2015, la pareja de directivos de Grisol que compró y vendió tornos digitales de precisión en España por un coste de varias decenas de miles de euros, atravesaba dificultades económicas.
Se puso en marcha un plan de recuperación tras una sentencia del tribunal de comercio de Montauban, mientras que, al mismo tiempo, varios clientes de Tarn-et-Garonnaise SARL se vieron obligados a pagar las mismas facturas dos veces.
Debido a dificultades financieras, la pareja directiva de DSF había realizado una venta de Dailly con su banco: BPO de Grisolles. Sistema que permite a la empresa transferir la propiedad de sus facturas a su banco.
A cambio, el banco abre una línea de crédito, o descubierto autorizado a DSL, hasta el importe de la factura, quedando el banco a cargo de saldar la deuda con el cliente. El problema en este caso es que la pareja pide el pago directo sin depositarlo en la cuenta Dailly de BPO.
“Es un error de contador”, repitió el acusado durante el juicio, señalando que este “perito contable” ya ha sido procesado por ejercer ilegalmente su profesión.
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