La Guardia Revolucionaria, el ejército ideológico de Teherán, se atribuyó el domingo la responsabilidad de disparar misiles contra la ciudad de Erbil, en el norte de Irak, capital del Gobierno Regional del Kurdistán. Los misiles cayeron en un área cercana al consulado estadounidense sin causar víctimas. Los guardias dicen que apuntaron “el centro estratégico de la conspiración sionista” (los israelíes, en el lenguaje oficial iraní) en Erbil en represalia por “crímenes recientes” desde Israel. El 7 de marzo, dos miembros de alto rango de la Guardia Revolucionaria (Pasdaran) murieron en ataques israelíes en territorio sirio, que esta unidad de élite había prometido tomar represalias.
El domingo, el asesor de seguridad nacional de EE. UU., Jake Sullivan, dijo a la emisora estadounidense CBS News que el ataque con misiles no alcanzó a ninguna instalación ni a ningún ciudadano estadounidense. El canal de televisión satelital Kurdistan24, ubicado cerca del consulado estadounidense, dijo que sufrió daños por el ataque. Sullivan dijo que Washington está negociando con el gobierno iraquí para ayudarlo a defender mejor sus ciudades contra los ataques con misiles. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irak convocó el mismo día al embajador de la República Islámica de Irán en Bagdad, Iraj Masjedi, para protestar por el ataque a su territorio.
escalada significativa
Los líderes y soldados iraníes han denunciado en reiteradas ocasiones la presencia de los servicios de inteligencia israelíes en la región del Kurdistán iraquí, lo que las autoridades kurdas rechazan. El domingo, el gobernador de Erbil, Oumid Khushnaw, negó una vez más cualquier presencia israelí en la región y calificó las acusaciones de Teherán “infundado”. Hasta el lunes, Israel todavía no reaccionó a las declaraciones iraníes.
El ataque iraní al norte de Irak y la reivindicación abierta de Teherán marcan una importante escalada en el enfrentamiento entre Washington y Teherán. La confrontación indirecta entre estos enemigos de larga data a menudo ha tenido lugar en Irak, un país cuyo gobierno está aliado con los dos países. El ataque del domingo se produce cuando las conversaciones en Viena para revivir el acuerdo nuclear de Teherán de 2015 marcan un punto de inflexión. ” descanso “, desde el 11 de marzo, debido a solicitudes de Moscú. Rusia exige una garantía de Estados Unidos de que, en caso de un acuerdo, las sanciones impuestas a Moscú en respuesta a la invasión de Ucrania no afectarán sus relaciones comerciales con Irán. Una posición que algunos observadores describen como “actuado en el escenario” desde “ acuerdo nuclear
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